Por primera vez en casi dos años, el Parlamento vuelve a tener parlamentarios. Políticos, periodistas, corrillos, comisiones, plenos con aforo completo. Actividad. Escenas de antes de la covid, aunque sigue la mascarilla. Es algo que no ha pasado en los últimos tiempos, en los que la Cámara foral, con Unai Hualde Iglesias (Alsasua, 25 de julio de 1976) al frente, ha vivido sus días más complicados. Pero esos días han quedado atrás y hoy el Parlamento quiere cambiar los decretos exprés que contenían las respuestas más urgentes para la crisis sanitaria por medidas para “acompañar en la recuperación social y económica”.

¿Cómo ha arrancado la primera semana de curso?

-Con normalidad, y creo que nos va a costar acostumbrarnos a los plenos llenos y a las comisiones.

¿Se ve la salida de este túnel?

-Hay luz al final del túnel. Y cuestiones encima de la mesa como Presupuestos y leyes importantes, que contribuirán a la transformación social y económica tras esta situación tan anómala que hemos vivido.

¿Cómo valora estos dos años?

-La situación ha sido tan anómala… me quedo con que los grupos han sido especialmente responsables, han sentido la necesidad de acompañar al Gobierno. Se han visto acuerdos amplios. Ahora, entramos en una etapa en la que podemos volver a ver el debate más clásico.

Nunca el Parlamento estuvo tan unido.

-En general se da una especie de paradoja. Creo que las relaciones personales entre parlamentarios son cordiales, y eso a veces no se traduce en los debates, que pueden llegar a ser encendidos. Pero la necesidad de responder a la gravedad de lo que estaba ocurriendo era tan grande...

¿La pandemia ha ayudado a poner las cosas en su sitio, a cribar lo importante de lo accesorio?

-Alguna enseñanza nos ha quedado. Por ejemplo, la de tener un sistema sanitario robusto. Ha habido crisis anteriores cuya salida ha sido hacer recortes, y una experiencia como la que hemos tenido con la covid nos ha enseñado lo importante que es fortalecer esto.

Habrá quien diga: ¿en todo este tiempo, qué han hecho los políticos?

-No ha habido semana sin reunión, sin acompañar esa urgencia. Desde el primer momento ha habido trabajo, con decretos, leyes y medidas de urgencia, con acompañamiento al Gobierno de Navarra.

¿Qué tareas específicas va a hacer el Parlamento a partir de ahora?

-Acabamos de tramitar la Ley de Cambio Climático, una necesidad creciente y más después de la pandemia. Los Presupuestos de 2022 son fundamentales para la recuperación económica y social. Además, hay otro debate para reformar la Ley de Contratos para agilizar todo lo que tiene que ver con la gestión de proyectos europeos.

Los grupos ya trabajan en los próximos Presupuestos, que son cruciales...

-El Gobierno tiene que acordar el proyecto, para lo que necesita conocer el techo de gasto. Es un Gobierno en minoría y va a hacer falta mucho diálogo. Ahora creo que estamos en la fase de discusión y acuerdo interno.

¿Qué Presupuestos espera que salgan de esa negociación?

-Es crucial que los Presupuestos de 2022 acometan proyectos transformadores, en la línea de lo que ha marcado Europa, en parte con lo que puede llegar de fondos europeos.

¿Qué es lo que le dicen desde el Gobierno sobre los fondos?

-Nos estamos preparando para lo que pueda venir, sobre todo para la gestión de los fondos. Van a empezar en los Presupuestos de 2022. Es una labor del Gobierno y cuando se despejen las condiciones se va a ir informando. Los próximos meses son de preparación de esos fondos, y también de información del Gobierno al Parlamento.

¿Le han dicho si los fondos tendrán que reflejarse dentro del Presupuesto?

-Tenemos pendientes varias reuniones en ese sentido, para fijar esos detalles y también para calendarizar el debate del Estado de la comunidad, que se hará en otoño.

Los fondos europeos han creado varias polémicas. Incluso los grupos de oposición le pidieron amparo a usted por la poca transparencia de la que acusaban al Gobierno.

-La forma en la que ha fluido la información de Europa a los Estados y de los Estados a las comunidades es manifiestamente mejorable. Los grupos nos hemos encontrado ante una falta de información sobre cuestiones concretas, y son cuestiones vitales. Todos los esfuerzos que se hagan por parte del Gobierno son pocos, pero la información ha fallado de arriba abajo.

¿Entiende que se haya dicho que faltaba transparencia?

-Es un debate recurrente, el del derecho a la información de los parlamentarios, que está especialmente protegido. Estamos estudiando el modo de cumplirlo con más exhaustividad.

Sobre el Convenio: ¿el acuerdo de 2017 puede servir de espejo al Gobierno?

-El Convenio es clave. Creo que es una buena oportunidad para defender los intereses de Navarra ante el Estado, aunque al otro lado de la mesa esté un compañero de partido. En la legislatura anterior el Gobierno Barkos dejó el listón alto. El acuerdo alcanzado supuso pagar un 23%, y esperamos que se vaya por la misma senda.

Se acaba de anunciar la firma de Tráfico, ¿cómo ve el desarrollo del autogobierno?

-Quiero verla culminada, quiero ver culminada la promesa que le hizo Sánchez a Barkos en 2018. La realidad es que queda mucho por recorrer, y ha habido casos sangrantes como con el Ingreso Mínimo Vital. En estas cuestiones, hay que hacer una defensa más firme. A veces parece que se va a rebufo de otras comunidades. Y es un insulto para la foralidad de Navarra que estemos 40 años después del Amejoramiento en esta situación, lo que dice poco de la lealtad del Estado con el autogobierno.

¿Cuál es su visión sobre el autogobierno? ¿Apuesta por que se produzcan todos los traspasos, porque se modifique la relación con el Estado?

-El límite tiene que ser el que marque la ciudadanía de Navarra. Hay una constatación, todas esas materias transferidas se han gestionado mejor y han supuesto más bienestar desde Navarra, porque se gestiona mejor con cercanía. Yo no le pondría límites. El autogobierno es un buen termómetro para el bienestar.

¿Qué percibe en el ambiente sobre el autogobierno? ¿Corren buenos tiempos para los territorios que reclaman más competencias?

-El debate territorial va a estar en los próximos meses. Está Catalunya, Euskadi también va a relanzar la ponencia de autogobierno... pero eso no puede servir de excusa para que desde el Estado no se cumpla lo pactado desde el punto de vista constitucional.

¿Qué actitud le gustaría encontrar al otro lado de la mesa?

-Me gustaría que hubiese personas que de verdad se creyesen que estamos en un Estado plurinacional. Y que hay una serie de estatutos y de normas autonómicas que hay que cumplir, y que eso no debería estar en discusión ni en negociación.

¿Percibe esa actitud en el Gobierno de España?

-He visto algún cambio desde 2018, más propensión al diálogo. Pero luego hay muchas resistencias para cumplir con las transferencias, para cumplir con lo acordado, resistencias de determinados establishment a los que no se les hace frente.

¿Cómo se explica esto?

-Yo me lo explico porque hay instalado un sentimiento muy centralista y muy jacobino en la Administración General del Estado. Hay muchos sectores influyentes que no se acaban de creer el Estado autonómico del 78.

¿Cómo ha visto al Gobierno de Navarra?

-Lo importante, el modelo de Gobierno plural y progresista de entendimiento entre diferentes, se ha consolidado desde 2015. Pero veo diferencias con respecto al Gobierno de la legislatura anterior. Hay determinadas cuestiones que al PSN le cuesta asumir y que han generado fricciones por nuestra parte: su resistencia a valorar el euskera como mérito en todo el territorio, en toda Navarra, yo creo que da lugar a situaciones kafkianas como que se valore el alemán, y no el euskera. Desde mi punto de vista, esta fórmula de Gobierno a la que el PSN se incorporó en 2019 permanecerá en el tiempo si de verdad se cree el acuerdo programático que nos vincula. Y eso pasa por reconocer la pluralidad y gestionar las diferencias.

¿Le queda al PSN camino por recorrer?

-Creo que hay recorrido para que un Gobierno como el actual funcione mejor. El acuerdo programático tiene unas normas, y tanto en mi partido como en Geroa Bai hemos tenido clara la cultura de pacto y de acuerdo. Eso posibilitó que hubiera una relación más engrasada. No le veo al PSN acostumbrado a esa dinámica, y por eso digo que hay margen de mejora.

¿El PSN se salta el acuerdo, está siendo desleal?

-Hay algunas actitudes en las cuales se ha actuado de forma que ha generado una fricción. Y recuperar la confianza es un reto.

¿Puede llegar esto a ser una diferencia insalvable?

-Si se sigue la letra y también los mecanismos de ese acuerdo programático, la cosa irá bien. En ese sentido, es la pretensión que tenemos en Geroa Bai.

El lunes, Mikel Buil (Podemos) decía que hay que reflotar el acuerdo programático. ¿Está hundido?

-El acuerdo contiene muchos compromisos y la realidad de estos dos años, con la pandemia, ha hecho que muchas cosas hayan quedado apartadas. A mí lo que me parece importante es ser fiel a la línea que inspira ese acuerdo programático.

¿Cómo ve el ambiente entre los grupos?

-Creo que hay una actitud leal entre los partidos del Gobierno, pero marcando también impronta. Y por parte de I-E y EH Bildu veo una actitud exigente pero posibilista.

¿Cómo ve a Navarra Suma?

-En el caso de Navarra Suma veo una incapacidad de llegar a acuerdos con el resto de los grupos parlamentarios, y se quedan en una actitud y en un discurso que les está llevando al aislamiento.

En los últimos meses se ha producido un hecho interno relevante en Geroa Bai: la organización de la corriente socialverde en un partido propio.

-Creo que en primer lugar y en calidad de presidente de uno de los socios de la coalición, el PNV, nuestra actitud es clara e inequívoca, desde 2003. Hemos contribuido de manera determinante a la apuesta por coaliciones de personas abertzales y progresistas. La conformación del partido socialverde es una magnífica oportunidad para buscar fórmulas para fortalecer Geroa Bai.

¿El PNV ve con recelo este movimiento? ¿Cree que en lugar de fortalecer el espacio, restará fuerza?

-Es momento de aclarar cómo se conformará la coalición en próximas convocatorias. En ese proceso abogo por buscar fórmulas que unan, no fórmulas en las que personas que hasta ahora estaban en Geroa Bai puedan sentirse excluidas.

¿Aboga por continuar juntos?

-Tenemos que encontrar fórmulas para todos, porque Geroa Bai ha sido muy importante para Navarra en estos diez años. Barkos decía el otro día que Geroa Bai hace siempre que haya alternativas plurales y progresistas, y solo por eso debemos cuidar que Geroa Bai esté fuerte y unida en el futuro.

Habla de que algunas personas no se sientan excluidas. ¿Ha generado tensión interna la aparición de los Socialverdes?

-A Geroa Bai, si algo le ha caracterizado, aparte de las personas que la integraban, era la participación de independientes. Hay que buscar fórmulas para que la participación sea una realidad, porque es la unión entre diferentes la que ha sido siempre una seña de identidad de Geroa Bai. Y ese tiene que ser el horizonte de cara al futuro.

En 2 minutos

¿Qué nota le pone a la gestión del Gobierno de Navarra?

Un 6,5.

El papel en la pandemia justifica más que un aprobado, pero todavía hay margen de mejora. ¿Cuál ha sido el mayor acierto del Gobierno foral?

Adoptar medidas de urgencia con relativa agilidad para atender la crisis de la covid.

¿Y su mayor error?

La inercia y el seguidismo al Gobierno de Pedro Sánchez y no exprimir todas las posibilidades del autogobierno.

¿Cuál ha sido la restricción que más le ha condicionado?

No poder tener cerca a seres queridos que han vivido situaciones complicadas.

¿Hemos aprendido algo con la pandemia?

La importancia de un sistema sanitario robusto.

¿Qué lugar de Navarra ha descubierto recientemente?

Varios rincones de la Valdorba.

¿Cuál es el principal reto de futuro que tiene Navarra?

Situarnos en una economía al servicio del planeta, y es un reto apasionante.

¿Del 1 (izquierda) al 10 (derecha), dónde se sitúa?

4.

Twitter, Facebook o Instagram, ¿qué red social prefiere?

Fundamentalmente, utilizo Twitter. Uso la red social para ver noticias, pero también para lanzar mensajes.

Diga una palabra en euskera.

Geroa.

¿Qué es Madrid para usted?

Una ciudad con encanto que he visitado frecuentemente y también creo que es un icono del centralismo español.

¿Y Europa?

Nuestro lugar en el mundo. Un espacio para la cooperación regional desde valores compartidos.

¿Necesitamos más autonomía?

Creo que sí, porque la autonomía equivale a bienestar, está demostrado. Así que, por mi parte, la máxima.

¿Sobran impuestos?

Creo que hay que buscar un equilibrio para crecer económicamente pero mantener unos servicios públicos de calidad mediante una fiscalidad justa.

¿Qué haría este fin de semana si tuviera 20 años?

Salir de juerga e intentar recuperarme para el lunes (ríe).

La convivencia en Navarra pasa por...

Entender la pluralidad como una riqueza.

¿Dónde se ve en cinco años?

Trabajando por la causa.