- Uno de los síntomas de la paulatina vuelta a la normalidad está siendo el debate parlamentario. Tras dos años monopolizados por la pandemia, el Parlamento vuelve al debate ideológico, que poco a poco va ganando peso a la crisis sanitaria. Presupuestos, fiscalidad y alianzas centran la discusión política en medio de la habitual polémica por los pactos, azuzada una vez más por la derecha esta vez a cuenta del décimo aniversario del final de ETA y la indiscreta intervención de Arnaldo Otegi ante sus bases.

Nada nuevo en cualquier caso, a la espera de que el Gobierno de Navarra concrete la próxima semana los presupuestos de 2022. Las expectativas generadas por los fondos europeos se han enfriado después de que el Estado haya dejado la inversión anual para Navarra en términos muy similares al año anterior. Lo que ayer fue carne de oposición para Navarra Suma en la sesión de control al Gobierno, en la que acusó a la presidenta María Chivite de “rendir pleitesía” al Gobierno de Sánchez.

Y en menor medida, pero en la misma dirección, también para Geroa Bai, que reclama al Ejecutivo foral mayor firmeza en la negociación del Convenio Económico, cuyo acuerdo se está retrasando más de lo previsto. “Mi lealtad es para con los navarros, pero no lo considero incompatible con la lealtad entre Gobiernos”, replicó Chivite a Barkos algo molesta con su socia de coalición, que había criticado que el Ejecutivo central pida más y destine menos a Navarra.

Los presupuestos del Estado nunca han tenido grandes inversiones por estos lares, ni con el PP ni con el PSOE. Buena parte de las competencias están ya transferidas, y más allá de la propaganda oficial, no hay mayor interés por avanzar en grandes infraestructuras como el TAV, muy costosas y poco prioritarias desde la perspectiva de Madrid.

Así lo asume la propia Chivite, que da por buena la inversión del Estado y que reprochó ayer a Esparza que proteste más ahora que cuando el Gobierno de Rajoy destinaba la mitad de fondos para la Comunidad Foral. “Esto son avances, lo que ustedes no hicieron y debemos hacer los demás”, censuró la presidenta del Gobierno, que emplazó al líder de Navarra Suma a negociar con el Gobierno de Sánchez si quiere mejorar la inversión para Navarra.

El debate presupuestario viene además de la mano de la política de alianzas, y cómo no, de los acuerdos con EH Bildu. Anatema para Navarra Suma, que no hay intervención que no aproveche para hablar de Bildu, ETA y, ya de paso también, de Arnaldo Otegi. Incluso el parlamentario Carlos Pérez-Nievas sacó ayer el tema a colación en una pregunta sobre energías renovables.

Así que no es de extrañar que las palabras del coordinador de EH Bildu vinculando los presupuestos del Estado a la excarcelación de presos fueran exprimidas en cada una de sus intervenciones por Esparza. Lo hizo antes de empezar el pleno, ofreciéndose a negociar con el Gobierno -ya no hay condiciones irrenunciables- si Chivite “saca a EH Bildu de la ecuación”. Y lo volvió a repetir después, ya en el hemiciclo, lamentando que el PSN no hiciera caso a su generosa oferta. “No sé dónde han quedado los principios del PSN, que estaba defendiendo la libertad y la democracia de la mano de las víctimas de ETA y hoy está de la mano de Bildu”, lamentó Esparza. “Si quiere un diálogo venga y me lo cuenta, no lo haga a través de los medios después de su espantada del otro día”, le replicó la presidenta.

Chivite aprovechó además para anunciar, en mitad del pleno, que iba a citar para hoy a los dos grupos de la oposición para avanzar en el acuerdo presupuestario. Un trámite formal en el caso de Navarra Suma, pero que pone al líder de UPN en la tesitura de ir o no tras levantarse de la mesa a los cinco minutos la última vez.

Sobre el papel están unas cuentas clave para el Ejecutivo de Chivite, que intentará aprovechar la segunda parte de la legislatura para poner en marcha proyectos que ofrecer al electorado en la próxima cita con las urnas, pero para las que todavía no tiene mayoría. El acuerdo está ya avanzado con EH Bildu, con quien ha mantenido un intercambio de documentación los últimos días para dejar sentadas las bases del proyecto que irá al Parlamento. Contactos discretos y efectivos que acercan ya el tercer acuerdo presupuestario de la legislatura, pero al que todavía le quedan detalles importantes por definir.

Entre ellos la política fiscal, la cuestión que más intensamente se ha debatido estas últimas semanas en el Parlamento, y en la que no se esperan grandes novedades. Así lo que avanzó ayer la consejera de Hacienda, Elma Saiz, que reiteró que el Gobierno “no va a tomar ninguna medida fiscal que perjudique a la competitividad de las empresas”.

“Mi lealtad es con los navarros, pero no es incompatible con la lealtad entre Gobiernos”

Presidenta del Gobierno de Navarra