“Algún día habrá que abrir la caja de Pandora”, afirma Pili Zabala (Tolosa, 1968), que el martes participó en una mesa redonda en Pamplona sobre el proyecto de Ley de Memoria Democrática. Zabala reclama coherencia con el respeto a los derechos humanos, y “no exigir a los demás lo que no estamos dispuestos a dar”, a partir de un planteamiento cristalino: ninguna vulneración, independientemente de quién la cometa.

¿Le preocupa el marco temporal que fije la Ley de Memoria?

-Todas las personas tienen la misma dignidad humana. Lo dice Naciones Unidas. En principio se barajaba el año 1978, luego 1982. Hay que prolongar la ley por lo menos hasta 1989, hasta donde podemos demostrar con evidencias y hechos concretos que existió terrorismo de Estado. El atentado contra José Antonio Cardosa, cartero de Rentería, es uno de los últimos exponentes. Hace un mes salieron a la luz unas antiguas declaraciones de Antonio Asunción diciendo que el Ministerio del Interior de José Luis Corcuera fue el que envió esas cartas bombas. Por lo tanto, flaco favor le hacemos a la democracia si nos detenemos en el año 82.

Declaraciones que apenas causaron impacto, a pesar de su gravedad.

-Existe un pacto de silencio, entre el Partido Socialista y el Partido Popular, para proteger a todas aquellas estructuras, estamentos y personas que han participado en acciones gravísimas de vulneraciones de derechos humanos en contexto de motivación política en nombre del Estado.

Fue candidata de Elkarrekin Podemos en la CAV. ¿Le decepciona que no se perciba la influencia de Unidas Podemos en esta materia?

-Intento entender cuál es la estrategia política de Unidas Podemos en este proyecto de ley y en otras decisiones que han ido tomando. Creo que en esta cuestión de la memoria democrática no están jugando el papel que los votantes de Unidas Podemos estarían esperando. Yo no comparto este proyecto de ley, porque creo que no respeta los estándares internacionales de derechos humanos. El Estado español ha firmado muchos tratados de derechos humanos y existen organismos internacionales que de vez en cuando le sacan la tarjeta roja en cuanto a la vulneraciones de derechos humanos, la no investigación, los secretos oficiales y los déficits democráticos.

Secretos oficiales contra el conocimiento de la verdad.

-El Estado español ha demostrado su doble moral, las trampas que se hace, y los vicios que posee, protegiendo a personas que han vulnerado derechos humanos. No hay más que ir a los indultos flagrantes que diferentes partidos políticos han permitido. Hemos visto cómo en las pocas sentencias de torturas que hay, las personas condenadas han ascendido en la jerarquía. Hay tantas evidencias escalofriantes que nos tienen que hacer repensar todo aquello que no se ha hecho bien, para crear las condiciones necesarias para que este tipo de despropósitos no se vuelva a dar. Unos han hecho, otros han tapado, y otros indultado.

Distintas forma de revictimización.

-El daño que el Estado nos ha causado a muchísimas personas una y otra vez, nos ha humillado, ofendido, revictimizado... Mi hermano, con 21 años, fue detenido ilegalmente, torturado, hecho desaparecer, enterrado en cal viva, no es víctima del terrorismo, y entre los condenados no hay nadie que haya cumplido la ejecución penitenciaria acorde al ordenamiento jurídico del Estado español.

Pedro J. Ramírez ha dicho en Infolibre que “Juan Carlos I protegía la impunidad del terrorismo de Estado” y “Felipe miraba para otro lado” en relación a Juan Carlos.

-Que este tipo de personajes, el emérito y Felipe González, todavía a día de hoy sigan creando cátedra, flaco favor le hacen a la democracia y al Partido Socialista. El PSOE tiene que romper ese cordón umbilical con González; aquello que representa tiene mucho de malo. Hay evidencias que apuntan a que el rey Juan Carlos en su momento era conocedor de todos los movimientos, y dicen que él daba su beneplácito, que era informado de las acciones que se iban a llevar a cabo, y que estaba de acuerdo.

A Pedro Sánchez le puede resultar más cómodo escenificar una reconciliación con González que enfrentarse a los demonios del pasado.

-Será el camino más fácil, pero no es el que a largo plazo deje mejor posición al Partido Socialista. Yo creo que lo lógico es romper cuanto antes mejor. Los demonios pueden llegar a ser terribles, pero de cara al medio y largo plazo siempre va a ser mucho mejor cimentar un partido histórico, como es el socialista, desde la buena gente que existe dentro, y no desde esas personas que lo han desvirtuado y desprestigiado, y que tienen una mancha moral.

Usted ha manifestado que puede haber distintas X en los GAL.

-Sí, estoy convencida. Existía una mesa de información y coordinación que se reunía en Madrid y estaba conformada por una persona del CESID, una de la Policía Nacional, un alto representante de la Guardia Civil y un alto cargo del Ministerio del Interior. Hay hipótesis que hablan del modus operandi del GAL. Está claro que existía una mesa, a mí me ha llegado esa información a través de personas muy conocedoras de todo esto. Esa mesa tenía coordinación con delegados del Gobierno y gobernadores civiles.

Impulsaron una plataforma a comienzos de año, B-Egiaz.

-Hay tres líneas de trabajo, una en el Estado español, donde estamos agotando los diferentes tribunales a los que podamos acceder intentando conseguir nuevas informaciones, o contrastar las que nos han llegado. En el Estado francés se ha investigado poco y hay un grupo de personas vinculadas al ámbito universitario que nos están dando pautas. Y luego está el nivel internacional. Participamos el 17 de septiembre ante el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas de forma telemática. Después de escucharnos a diferentes organizaciones y a los representantes del Estado español, emitió un informe.

¿Qué destaca de ese documento?

-Hace hincapié sobre las irregularidades que Naciones Unidas percibe sobre el Estado español. Llama a tipificar el delito de desaparición forzada en el Código Penal, que tiene su castigo particular. Y comenta que la ley de memoria democrática le recomienda la creación de un organismo independiente que verifique la verdad, que investigue teniendo acceso a toda la documentación. Es decir, no se puede permitir que exista un secreto oficial cuando está protegiendo a una persona que ha vulnerado derechos humanos.

Parece que en la reforma de la ley de Secretos se reservan cláusulas excepcionales en asuntos claves.

-Existe un marco normativo internacional que el Estado español no puede obviar. La ley debe basarse en estándares internacionales.

¿Cree que cuando González y el rey emérito hayan fallecido puede abrirse nueva información?

-Teniendo en cuenta las responsabilidades que han desempeñado ante delitos tan graves, deseo que estas personas sean desenmascaradas. Es decir, que se sepa públicamente lo que hicieron, a poder ser en vida. Las democracias y las instituciones están para proteger a las personas más indefensas, que somos nosotras, y no al poderoso que presuntamente haya transgredido la ley. A mí me deben una protección y un derecho a poder investigar. Sabiendo la edad que tienen, posiblemente mi deseo no se cumpla. Pero es un deber de las instituciones investigar. Sé que no existe interés, que son muchas las redes salpicadas, porque estas malas prácticas están inseminadas y sedimentadas en todas las estructuras, y eso es lo que hay que descubrir.

En su día mandó dos cartas a Rodríguez Galindo, fallecido en 2020.

-A través de dos personas diferentes. En dos ocasiones, Rodríguez Galindo en su casa de Zaragoza tuvo una carta escrita por mí que no la leyó, por lo menos en presencia de esas personas.

Se la hicieron llegar en mano.

-Estas dos personas se la depositaron, conversaron con él, le hicieron partícipe de mi deseo. Las dos veces la carta era la misma, y en las dos ocasiones me la devolvió. También le escribí una carta a otro de los condenados del caso. Y también me la devolvió.

No quiere decir quién fue...

-No, si llega el momento ya se sabrá. Yo he hecho todo lo que he podido por utilizar la justicia restaurativa, ya que la penal punitiva en nuestro caso no nos ha servido. Es decir, estas personas fueron condenadas, pero la ejecución penitenciaria no fue acorde al ordenamiento jurídico. Desafortunadamente no se han arrepentido, ni se han responsabilizado de sus actos, ni se han acercado a la familia. Mi esperanza es inagotable, como decía José Saramago, para que esas personas que llevaron a cabo semejantes atrocidades, recapaciten, recapitulen y se responsabilicen de lo cometido.

¿Ha intentado llegar a más gente?

-Sí, he intentado mantener un encuentro restaurativo con un alto cargo del Partido Socialista, que formaba parte del Gobierno en los ochenta hasta el noventa y pico. Esa persona me pidió perdón en privado sin mirarme a los ojos, con la mirada en el suelo. Y recibió una carta mostrándole mi intención de mantener un encuentro restaurativo con ella, y me dijo que no. (Pili Zabala declina desvelar su nombre).

¿Abre el mail con la esperanza de recibir nuevos testimonios?

-Yo sé que algún día a la puerta de mi casa va a llegar esa prueba testifical válida y esa transformación de muchas de las personas que hicieron barbaridades, porque el deseo del ser humano es estar a gusto consigo mismo, no tener esa carga de haber llevado a cabo unas atrocidades y delitos que te impiden dormir por la culpa que te corroe. Ocurre a menudo en la recta final de la vida del ser humano. Espero que no aguarden a esa etapa, sino que cuanto antes hagan un recorrido restaurativo y se den cuenta de que aquello que hicieron no lo volverían a hacer. Porque las personas que hemos sufrido necesitamos escucharlo y que se responsabilicen de los actos cometidos.