- Pedro Sánchez se limitó ayer a asegurar que el reciente acuerdo al que ha llegado con Marruecos y el giro en su posición sobre el Sáhara Occidental garantiza la integridad territorial -también de España, en referencia a Ceuta y Melilla- y sienta las bases para una relación "mucho más sólida" en seguridad, movilidad e inmigración. "Nunca es tarde si la dicha es buena", señaló ayer en su visita relámpago a estos dos feudos, felicitándose por un pacto que "cierra" un contencioso que se mantenía con el país vecino que no podía prolongarse "durante más tiempo".

Para el líder del PSOE, con esta nueva fase se consolida una nueva relación "sincera" basada en el respeto mutuo y la garantía de la integridad territorial de España y Marruecos, cuya relación trasciende a la seguridad de los flujos migratorios porque también es uno de los principales socios comerciales y un aliado "primordial para la estabilidad y el progreso".

Sánchez recurrió al argumentario de que la visión española sobre el Sáhara no difiere de la seguida por Francia, Alemania o la Comisión Europea, y es una de las propuestas recogida por la ONU. Lo importante es que "deben ser las partes afectadas quienes acuerden la solución", sin que este paso llegue a afectar a la relación de España con Argelia, uno de los principales suministradores de gas y que seguirá siendo "socio estratégico".

Pocas horas antes, en el Congreso, evitó profundizar en el acuerdo y aclarar una polémica que ha soliviantado a Unidas Podemos, a sus aliados de la investidura y a la oposición. Sánchez se remitió a su comparecencia del próximo miércoles día 30 para hablar "largo y tendido" de este tema.

Lo único tangible es que España considera ahora la propuesta de Rabat de autonomía para el Sáhara la "base más seria" para la "resolución" de la disputa y que se comunicó en una carta fechada el 14 de marzo enviada al rey Mohamed VI, que Marruecos difundió parcialmente cuatro días más tarde, y en la que no se cita a Ceuta y Melilla.

"Cambia de un plumazo la política exterior de España en un tema tan delicado como es el Sáhara, sin traerlo a este Parlamento y traicionando su propio programa electoral y lo hace con un gobierno roto que se entera por el reino de Marruecos de lo que pasa", le reprochó la portavoz del PP, Cuca Gamarra.

También el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, se dirigió a la bancada socialista. "Señorías del PSOE, la calima, la arena del Sáhara, aún dura, aún queda en Madrid. Cuando la vean, acuérdense de la traición al pueblo saharaui", indicó.

Sí que entró al trapo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien cree que España debe ser parte activa en el conflicto entre Marruecos y el Sáhara después de ser mero espectador durante años. "Esto es lo que quiere hacer España en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas", puntualizó ante la crítica de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, quien censuró este "giro inexplicable" que no responde "ni al espíritu de la coalición progresista, ni al acuerdo de Gobierno ni a su propio programa electoral". Y es que aunque la líder morada reiteró que no se plantean romper el Gobierno de coalición, algunos socios como ERC o Más País advierten de que la legislatura se le puede ir de las manos a Sánchez. "Estamos en un momento de bifurcación de la legislatura", alertó Iñigo Errejón.

"El acuerdo garantiza la integridad territorial y la relación sincera, nunca es tarde si la dicha es buena"

Presidente del Gobierno español

"Este giro no responde ni al espíritu de la coalición progresista, ni al acuerdo de Gobierno ni a su propio programa"

Ministra de Derechos Sociales

"España deja de ser espectador para ser actor en un conflicto que dura ya 46 años"

Ministro de Asuntos Exteriores

"Señorías del PSOE, aún queda calima en Madrid. Cuando la vean, acuérdense de la traición al pueblo saharaui"

Portavoz de ERC en el Congreso

"La legislatura está en fase de bifurcación, no es momento de equivocar las prioridades"

Diputado de Más País

"Cambia de un plumazo la política exterior de España, traicionando su programa electoral y con un Gobierno roto"

Portavoz del PP en el Congreso