- La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 3 y 7 años de cárcel a cuatro abogados de presos de ETA que estaban integrados en Halboka, una estructura considerada como el brazo jurídico de la organización y que, además, mantenía una “vinculación con la dirección” de la banda, transmitiendo a los condenados que se encontraban en prisión sus “directrices”.

En una extensa sentencia de 549 páginas y emitida ayer mismo, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal fija la pena más alta para Arantza Zulueta -que ya cumplió condena por su integración en el frente de cárceles de ETA- a quien condena a 7 años y 6 meses de cárcel por un delito de integración en organización terrorista y por uno de depósito de armas y explosivos.

En cuanto a Jon Enparantza, que también cumplió condena junto a Zulueta por formar parte del frente de makos, el tribunal le condena a 4 años de prisión por integración en organización terrorista. El mismo delito es el que imputa a Naia Zuriarrain, que cumplirá 3 años y 6 meses, y a Iker Sarriegi, que cumplirá 3 años y un día.

El fallo, del que ha sido ponente el magistrado Juan Francisco Martel, libra de responsabilidad y absuelve a Julen Zelarain, Saioa Agirre y Nerea Redondo. El primero había sido acusado de un delito de integración en organización terrorista mientras que las dos últimas de un delito de colaboración.

Los magistrados desgranan en el fallo el origen de Halboka, la estructura que vino a sustituir al frente de cárceles. Esa nueva plataforma, según aduce la Sala, estaba plenamente integrada en la estructura de la banda terrorista. La sentencia explica que los cuatro condenados operaban en favor de ETA desde dos despachos jurídicos ubicados en Bilbao y Hernani. Cada uno colaboraba “desde sus respectivas competencias profesionales y respetando las adscripciones asignadas por ETA”.

Así fue como “pusieron sus servicios a disposición de la banda terrorista, desde cuyos emplazamientos enviaban y recibían encargos”. También “trataban personalmente con otros miembros activos y dirigentes” de la misma “a fin de procurar el mejor conocimiento de sus afiliados privados de libertad”.

De esa forma buscaban “granjearse su confianza y consideración en aras de seguir férreamente vinculados a la organización terrorista a través de lazos de unión” que exteriorizasen “la cohesión interna y la unidad de criterios”.

Además de realizar esos cometidos, los abogados también se encargaban de identificar y señalar “posibles acciones y objetivos contra los que atentar”, colaborando igualmente de la recaudación del impuesto revolucionario, “básico para el mantenimiento de la variada estructura creada con los años”.

Del análisis de todas las pruebas practicadas durante la vista oral, que se celebró entre los meses de julio y noviembre de 2021, los magistrados concluyen que los cuatro condenados participaban en los fines de ETA y militaban en ella, “no cometiendo directamente acciones violentas sino contribuyendo a la cohesión y persistencia de los militantes privados de libertad, para que siguieran vinculados a la criminal organización que les dio cobertura para cometer los ilícitos actos contra las personas y contra las propiedades que perpetraron o intentaron cometer”.

Según la sentencia, en 2009 ETA quiso crear un “servicio de inteligencia”, con la finalidad de “conseguir tener ojos y orejas en todos los pueblos” y consideró que Arantza Zulueta era “la persona idónea para organizar esta red”. En octubre de 2006, prosiguen los magistrados, la dirección de la banda le pidió que redactase un informe sobre la seguridad de la sede de la Audiencia Nacional para cometer un atentado.

En el momento de su detención, añade, se le intervino un dispositivo informático con informaciones sobre vehículos utilizados por potenciales objetivos de ETA, así como sobre el rey Juan Carlos. En el registro del despacho de Zulueta se halló además un pendrive escondido detrás de un cuadro, “con la ubicación geográfica de varios depósitos (zulos) de armas y explosivos pertenecientes a ETA. /

Sortu

El secretario general de Sortu afirmó que “una vez más, queda claro quién apuesta por la paz y quién por la guerra. Quién por las soluciones y quién por la venganza. Quién por tender puentes y quién por cavar trincheras”. “Pinchan en hueso. Por más que lo intenten, no impedirán que este pueblo alcance la paz y la libertad”, añadió en Twitter.

LAB

“Este juicio tenía que haber estado archivado hace tiempo”, denunció el sindicato en un comunicado. Recordó además los “testimonios de malos tratos y agresiones sexuales” y las “denuncias de torturas durante el periodo de incomunicación” por parte de los imputados.