Con escaso bagaje, salvo una incursión en la actividad municipal -en su pueblo, en Otxandio, donde fue concejal hace más de una década- pero con camino por recorrer en las altas esferas de la política vasca, los resultados de los comicios de este domingo dejan a Pello Otxandiano Kanpo (1983) como punta de lanza de una oposición que deberá de bregarse con un Gobierno vasco que, de primeras, apunta a estar dirigido por el PNV con la colaboración del PSE. Al menos, atendiendo a las declaraciones del dirigente socialista Eneko Andueza, todo hace indicar que la coalición soberanista deberá liderar, otra vez más, las réplicas a los proyectos que pueda llevar a cabo el que sitúa en pole position -ni jeltzales ni socialistas quieren vender la piel del oso antes de cazarlo- para ser nuevo lehendakari, Imanol Pradales. Pero, para esas labores, Otxandiano contará con una guardia pretoriana dotada de una notable experiencia en el Parlamento Vasco, donde todavía no se ha fajado el vizcaino -aunque se haya presentado a la cita electoral del 21-A por Araba-, que en todo caso estará arropado por una primera línea repleta de nombres de peso como Nerea Kortajarena, Mikel Otero, Arkaitz Rodríguez, Ohiana Etxebarrieta o Julen Arzuaga, entre otros.

Si bien EH Bildu optó en anteriores comicios por mujeres como candidatas a la Lehendakaritza -Laura Mintegi primero y Maddalen Iriarte después-, en esta ocasión apostó por dar el bastón de mando a Otxandiano, quien durante largos años ha estado alejado de los focos de la formación ejerciendo como director de programas. Lo viene haciendo desde 2015, cuando saltó de su pequeña localidad a la cúpula de la dirección de la coalición soberanista en la que ha tenido un papel preponderante en el giro estratégico de ese espacio hacia temas más sociales, orillando de paso los debates de corte soberanista, que han sido tradicionales durante largos años, especialmente en Sortu -una de las principales patas de EH Bildu-. También ha sido palpable el aperturismo del partido en Madrid, donde ha pasado de repudiar al Congreso a ser socio indispensable del socialismo -incluso disputando ese papel estratégico al PNV- para hacer de Pedro Sánchez presidente del Gobierno español.

De esa forma, la formación soberanista ha logrado comerse a buena parte del electorado de la izquierda confederal -Elkarrekin Podemos y Sumar, en concreto, que se ha visto relegada a las últimas posiciones-. También ha sabido rentabilizar el evidente desgaste sufrido por el PNV y el PSE en el Gobierno vasco -además de las principales instituciones de la CAV-, en el que llevan gestionando varias legislaturas. Asimismo, han sabido capitalizar el descontento de la población por la gestión en la pandemia, sobre todo siendo punta de lanza en las protestas por Osakidetza, el empleo, la vivienda o el medio ambiente

En todo caso, Otxandiano no es ningún recién llegado a la política vasca. Doctor en Ingeniería de Telecomunicaciones por la universidad de Mondragón, hizo su tesis doctoral de cuatro años de investigación en la misma institución y uno en Chalmers University of Technology de la ciudad sueca de Göteborg, donde pudo conocer las políticas públicas de los países nórdicos.

La primera línea

Junto a Otxandiano, hay algunos nombre que serán clave en la acción de oposición. En la cabeza figura Nerea Kortajarena, que ha ejercido como número uno en Gipuzkoa, el territorio donde más fuerte se siente EH Bildu. Sustituta de Maddalen Iriarte, en ella recayó la figura de jefa de oposición. A la donostiarra le siguen dos nombres provenientes del núcleo duro de Sortu como Arkaitz Rodriguez -secretario general de la izquierda abertzale- y Julen Arzuaga.

También adquirirán especial relevancia la exalcaldesa de Durango, Ima Garrastatxu -que se estrena en Gasteiz-, el parlamentario alavés Mikel Otero -que ha llevado innumerables acciones en materia de medio ambiente- o la que ha sido portavoz del comité electoral de la coalición, Ohiana Etxebarrieta. Por último, Eba Blanco -parlamentaria desde 2012 y vicepresidenta del Parlamento Vasco durante la última legislatura- completa la cuota de EA en el seno de la coalición.