pamplona - Aunque no todos los perros catalogados como “potencialmente peligrosos” por su raza presentan una conducta agresiva, la legislación española se rige por el principio de prevención, y considera a los perros Pit Bull Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu como animales de riesgo. La persona dueña de esas razas debe cumplir unos requisitos y conocer algunas prácticas que ayudan a prevenir que su mascota se convierta en un can amenazante y poco sociable.

Estas condiciones se recogen en la ley estatal 50/1999 y cabe indicar que no solo estas ocho razas y sus cruces son las que cuentan con un reglamento especial. Algunas CCAA han ampliado la relación y en algunas ocasiones se incluyen aquellos perros que han protagonizado algún altercado o agresión grave.

Las personas propietarias de los perros potencialmente peligrosos tienen la obligación de identificar (microchip) y registrarlos, facilitando sus datos personales, características del animal y lugar de residencia. Para obtener la licencia hay que reunir también unos requisitos como ser mayor de edad, no haber sido condenado por una serie de delitos (homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad, integridad moral, libertad sexual, salud pública, pertenencia a banda armada o narcotráfico) ni tener orden judicial en contra de la tenencia del animal, entre otras.

seguro de 120.000 euros El dueño debe también tener capacidad física y aptitud psicológica para atenderlo y haber formalizado un seguro de responsabilidad civil con una cobertura no inferior a los 120.000 €. La ley también exige una serie de medidas de seguridad como llevar el perro con bozal, conducirlo y controlarlo con cadena o correa no extensible de menos de 2 metros, y en el domicilio tenerlos atados salvo que dispongan de un habitáculo que permita proteger a las personas o animales que se acerquen. El incumplimiento de esta normativa para los animales potencialmente peligrosos conlleva un régimen sancionador cuyas multas arrancan desde los 2.405 €.

Sobre todo en lo referente a estos canes, aunque también para el resto, son las policías locales, principalmente las encargadas de patrullar para vigilar que se cumple la normativa aunque llamadas vecinales y otras alertas también contribuyen a que se cumpla la norma. - L.C.H.