pamplona - Muchísimas personas, muchas más que los últimos días, volvieron a disfrutar ayer con dos salidas vespertinas del toro con soga, que dejaron once atenciones; dos de ellas con traslados al hospital y una al centro de salud. Ninguno de ellos, a pesar de lo que se temió en un principio, recibió una cornada.

El peor parado fue un peraltés que recibió un varetazo en la parte trasera del muslo izquierdo y fuertes golpes en el resto del cuerpo en la calle de la sacristía. Al ser un puntazo superficial, explicaban desde Cruz Roja, fue trasladado al centro de salud donde el cirujano le cosió. - María San Gil