PAMPLONA - Pasadas las 3.00 horas de la madrugada, la mayoría de los inquilinos del portal número 5 de la plaza Burua de Elizondo conciliaban el sueño, ajenos al incendio que sufría un turismo en el exterior. “Yo estaba durmiendo, cuando de repente han empezado a tocar el timbre de forma insistente. Me he levantado a ver quién era y al abrir la puerta he visto que eran unos policías forales que me han dicho que cogiera ropa, que había un incendio y que tenía que bajar a la calle”, relató uno de los moradores del edificio desalojado.

El primero en dar la voz de alarma fue otro vecino que “al escuchar un ruido como de petardos se ha asomado al balcón y ha visto el coche ardiendo. Entonces ha ido llamando a todas las puertas para despertar al resto de los vecinos”, explicaron algunas de las personas desalojadas, que permanecieron en la calle durante “aproximadamente una hora, mientras los bomberos apagaban el fuego y comprobaban que la concentración de monóxido de carbono en las viviendas cumplía los niveles adecuados. Yo he vuelto a mi casa pasadas las 5.00 horas de la madrugada”.

Ya por la mañana, todos los inquilinos del edificio pudieron comprobar los desperfectos originados en la fachada y también en las viviendas. “Las más afectadas son las que se encuentran justamente encima del coche que ardió. Hay daños en las ventanas, en el canalón del tejado, en el propio tejado... Mi casa está llena de hollín. Hoy he tenido que estar todo el día limpiando y también he tenido que hablar con mi seguro. Ha habido bastantes daños, pero por suerte no habido ningún herido”, concluyeron. - J.M.S.