“creo que para ser feliz no hay que tener una vida perfecta, ni una vida maravillosa, para ser feliz en la vida hay que darse cuenta de las cosas que tienes buenas en el día a día”. Quien así se expresa es Asier de la Iglesia Bragado, jugador profesional de baloncesto diagnosticado de esclerosis múltiple que mañana a las 19.00 horas ofrecerá una charla en Civican. Una cita, que organiza la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra (Ademna) dentro del ciclo de conferencias Charlemos, en la que este deportista de 35 años, natural de Zumarraga, contará su historia “desde que tengo conciencia, desde niño, y sobre todo a raíz de que con 29 años me detectaran la enfermedad: cómo llevo la vida y cómo he encajado el tener una enfermedad degenerativa, neurológica, sin cura, para seguir llevándola de la misma manera que hacía antes. Que a mí me ha cambiado 100% la vida, pero a la vez no me ha hecho menos feliz”.

Hace seis años, mientras cambiaba el canal de la televisión con el mando a distancia, Asier se dio cuenta de que el dedo gordo de la mano derecha lo tenía dormido. Y, al cabo de dos horas, se le durmió la mano entera, pero no le dio mucha importancia. Dos días más tarde le pasó lo mismo con la otra mano y, a la semana, ya todas las piernas. “Ahí me di cuenta de que eso era imposible. Fui al médico de cabecera, que me mandó a Neurología, me hicieron una resonancia magnética y me dijeron tienes esclerosis múltiple”, recuerda. Una noticia que recibió con una sonrisa que sorprendió a su neuróloga: “Me dijo por qué te ríes”, a lo que este optimista nato contestó: “Porque siempre me río. ¿Si lloro va a ir mejor la enfermedad o va a ser mejor la enfermedad? No, pues yo prefiero reírme”, explica De la Iglesia, quien reconoce que “si piensas todo lo que te va a poder pasar es normal que tengas miedos y que te vengas abajo con 29 años, pero en ese momento a mí me dijeron que tenía esclerosis múltiple, que era el nombre a no sentir la piel de mi cuerpo”, ya que entonces “no tenía ningún otro síntoma”.

Sin embargo, su vida dio un giro radical. “De jugar a baloncesto todos los días, de vivir de ello, a no quererme nadie durante cuatro años. A mí me cambió 100% la vida, lo que pasa es que la energía que tenía supe encauzarla en dar charlas -transmitiendo su experiencia personal- y en hacer eventos solidarios -para recabar dinero para investigación-”, dice.

discriminación Esta dedicación le ha permitido conocer cuál es la situación de esta enfermedad en el Estado -donde hay 47.000 personas afectadas, de las cuales en Navarra se registran casi 800-, así como las reivindicaciones de este colectivo. Tras calificar de “demencial” el tema laboral, comenta que “el 80-90% de la gente no lo cuenta en el trabajo porque a nadie le sale rentable”. En su caso, rememora este jugador que actualmente milita en el Ordizia-Basoa Banaketak, cuando lo hizo público “durante cuatro años no me quiso fichar ningún equipo profesional. Este verano salí en todos los telediarios porque me llamó un equipo francés”, pero cuando se enteró de que padecía esta enfermedad neurológica, una de las más comunes entre la población de 20 a 30 años, ya no le ficharon.

Ahora, además de jugar en la Liga EBA, está centrado en organizar actividades solidarias para destinar la recaudación al proyecto M1 de Esclerosis Múltiple España, ya que “a nivel estatal hay poca investigación pública” -el Gobierno concede 450.000 €-. Puso en marcha la iniciativa Baila con EM y hace cinco meses se marcó como objetivo recaudar 100.000 € en un año, de los cuales ya lleva la mitad.

cuidarse Asier de la Iglesia considera el baloncesto “el mejor medicamento” que tiene, porque “al final hay días que me noto muy cansado, que estoy agotado, y empiezas a jugar y se me pasan los dolores. Estás haciendo algo que te gusta y te olvidas de las cosas”. Y es que, aunque “la pastilla te ayuda mucho”, sostiene que para estar sano hoy en día además hay que cuidar la alimentación, la actividad física, hacer ejercicios mentales... porque las personas “cuidan mucho su cuerpo, pero su cabeza no la cuida nadie” y el cerebro “también se va estropeando, con enfermedad y sin ella”.

De hecho, este deporte también le ha ayudado a superar circunstancias adversas, a seguir entrenando y trabajando a pesar de sentirse cansado y a saber que cuando tienes una lesión “haces lo máximo posible para recuperarte, pero no sabes cómo te vas a quedar”. Así, tras reconocer que “una charla o un libro de autoayuda, aunque sea del mejor del mundo, no va a cambiar tu vida”, deseó que las personas que se acerquen mañana a Pamplona a escucharle se queden con la idea de “vivir el día a día y que no se preocupen de lo que va a pasar”, porque “de lo que no está en tu mano, preocuparte no sirve de mucho”. Su lema, como reitera, es “no esperes que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia”, porque es consciente de que tiene “un nubarrón encima” y por mucho que lleve paraguas no pasará. “No voy a seguir esperando que pase porque no lo va a hacer. Así que decidí dejar el paraguas y bailar y reír bajo la lluvia”, concluye.

Quién es. Asier de la Iglesia milita como ala-pívot en el Ordizia-Basoa Banaketak y ha sido el jugador más valorado de la Liga EBA, categoría con casi 1.500 jugadores. Promedia 30 de valoración.

Qué es la esclerosis múltiple. Al preguntarle a De la Iglesia, explica que “cuando tienes una gripe o unas anginas las defensas atacan a las células malas para curarte”, pero “no se sabe por qué esos glóbulos blancos, que son nuestras defensas, en vez de atacar a algo malo, ataca al cableado eléctrico que tenemos en el cerebro”, de manera que “va estropeando cosas”. De hecho, se conoce como la enfermedad de las mil caras.

80%

El 80% de las secuelas que produce la esclerosis no son visibles, destaca De la Iglesia. “Del ojo derecho veo un 40%, tengo espasmos de noche, no siento el 90% de la piel... Todo eso no es visible”, indica.