pamplona - A los ocho jóvenes navarros, de entre 16 y 18 años, que conforman el equipo iGEM BioGalaxy puede que, por unos días, les cueste algo más mantener los pies en la Tierra. Quizá sea porque durante este pasado verano trabajaron, en colaboración con técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el laboratorio del Instituto de Agrobiotecnología (IdAB), en Mutilva, para idear mejoras para futuros viajes espaciales. Y quizá también porque durante esta pasada semana han viajado a Estados Unidos para presentar sus resultados en una competición, con 6.000 personas de todo el mundo, sobre Biología Sintética en el MIT (en realidad, se ha desarrollado en el Hynes Convention Center), un referente universitario e internacional en ingeniería. Y allí recibieron un premio al mejor proyecto de Biología Sintética en plantas, en la categoría de instituto.

Ayer, en la ceremonia de clausura, se repartieron diversos galardones entre las tres categorías incluidas, que dependían de la edad de los y las participantes: fueron overgraduated (ganó el equipo Marburg), undergraduated (el equipo Valencia UPV) y high school (los chinos GreatBay). En el caso de BioGalaxy, participaron en este último apartado, el de instituto, con otros 65 equipos. En total, en todas las categorías hubo 343 grupos. Y el equipo navarro logró la distinción como mejor proyecto de Biología Sintética en plantas dentro de ese apartado de instituto, así como otros premios al Mejor método de cuantificación (compartido con otro equipo) y Mejor póster (con otros cuatro).

iGEM (por International Genetically Engineered Machine Foundation) es una fundación que promueve la investigación en la Biología Sintética y organiza para ello un evento como este, anual, que reúne a equipos que presentan las ideas en las que han trabajado durante el verano. En el caso de los y las representantes navarros, fueron los primeros en hacerlo en la categoría de high school de diversos países del Mediterráneo.

Esta iniciativa, nueva en la Comunidad Foral, se ha hecho con la financiación de la Dirección General de Industria, Energía e Innovación del Gobierno foral, la colaboración del Planetario, a través del programa Planeta STEM, y de las mencionadas entidades de investigación. El equipo lo conformaron: Maider Manterola Tellería (del Colegio Sagrado Corazón), Leire García Mallenco (IES Julio Caro Baroja), Imanol Remón Lasheras (IES Padre Moret-Irubide), Daniel Sáenz Fernández (IES Plaza de la Cruz), Nahia Eza Arruti (Colegio Calasanz), Aitor Rubio Aguerri (IES Navarro Villoslada), Hodei Otegi Gonzalez (IES Amazabal BHI) y Leyre Zaragüeta Abrisqueta (Liceo Monjardín).

Así, durante la semana pasada, estos jóvenes pudieron viajar hasta Boston para asistir a este evento (permanecerán en Estados Unidos hasta hoy), conocer proyectos de otros equipos y presentar (este pasado viernes) sus ideas. En su caso, en torno a la posibilidad de desarrollar plantas modificadas genéticamente que puedan producir proteínas para usos, por ejemplo, sanitarios o de alimentación, de forma más rápida, sencilla y económica que otros sistemas actuales. Una línea interesante si, en el futuro, los viajes espaciales son más recurrentes.

A la cita de EEUU acudieron asombrados por la entidad del evento. “Nos costó contar el origen del equipo, porque lo habitual es que vengan estudiantes de un único centro. Pero eso también generó curiosidad”, destacaron dos de los estudiantes navarros, Hodei Otegi Gonzalez y Maider Manterola Tellería. Ayer, desde la delegación navarra celebraron con entusiasmo la noticia final: “¡Tenemos premio! ¡Tenemos premio!”.

el primer día sonó la alarma de incendio

Boston. La primera noche de la expedición, poco después de llegar a Boston, y alojarse en unos apartamentos en el centro de la ciudad (para poder hacer turismo; visitaron, por ejemplo, la Freedom Trail, el barco USS Constitution o la torre Bunker Hill Monument), sonó una alarma y un mensaje en la megafonía: “Si vuelve a sonar la alarma en su piso, evacuen el edificio”. Ante la duda, tres chicas del equipo navarro decidieron bajar 28 pisos por las escaleras. Fue el accidentado inicio de un viaje para recordar. Integrantes del equipo destacaron, por ejemplo, la variedad de nacionalidades representadas en el congreso, y el hecho de que hubiera tantas personas reunidas en torno a la Biología Sintética. Y “con proyectos aplicables a la realidad”.