pamplona - Reconocía Miguel José Olagüe de entre su memoria prodigiosa -en la que era capaz de excavar hasta hallar los lazos familiares entre sí de todos sus afectados e incluso mentar qué estafados cobraban también comisiones por llevarle inversores-, que lo que más le molestaba de este juicio era que había víctimas a las que incluso no reconocía ni él y que acusaban a sus hijas de participar en la estafa. “Eso es mentira, es imposible que puedan decir que ellas conocían el negocio. Una cosa es que quieran coger el dinero, pero otra es que mientan como bellacos”, se envalentonó Olagüe a decir en tono crispado a mitad de sesión, lo que motivó que se interrumpiera la sesión para que tomara un poco de aire y pudiera relajarse.

ALGUNOS ERAN MUY “PELMAS” Olagüe, hombre de carácter y que calificó a alguno de los inversores de “pelmas” porque le abordaban en plena calle para que les devolviera alguna cantidad, trató de poner a salvo a su familia de su actuación delictiva y negó que al formar sus hijas una asesoría como Sociedad Limitada tuvieran una continuidad con su empresa. “Cómo un padre como yo va a exponer a sus hijas a esta farsa o les va a fastidiar de esta forma. Ellas no sabían nada. Solo se enteran ocho días antes de que me autoinculpe. Si ellas firman algún documentos, es porque yo estaba de vacaciones o de viaje. Pero nunca les dije la verdad, siempre se quedaron al margen de esto. Incluso le llegué a pedir dinero. Y mis yernos y consuegros invirtieron. Ellos invirtieron, les he arruinado la vida a todos ellos y eso me mata. Me dejaron dinero porque le dije a mi hija que el negocio de Madrid no estaba respondiendo y los inversores se estaban poniendo nerviosos. Incluso llegamos a sufrir muchas amenazas y traté de calmar a los afectados diciéndoles que todo se iba a solucionar. Pero hasta la semana anterior de venir ante la juez, ellas no saben nada de la farsa. Durante ese último año, en 2013, me dediqué a pagar lo último que podía, con dos préstamos que obtuve, el dinero de mi propia hija, de sus familias políticas y otra cantidad que me prestó una amiga que también esta afectada por la estafa”. - E.C.