pamplona - La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, defendió ayer que el Palacio Marqués de Rozalejo es el edificio “idóneo” para acoger el Instituto Navarro de la Memoria y la sede de la Dirección General de Paz y Convivencia, al reunir “todas las condiciones” que tiene que tener la sede de esta institución. Según la consejera Ollo, Rozalejo ofrecerá “múltiples oportunidades” y permitirá implantar “todas las herramientas necesarias” para desarrollar las políticas públicas en torno a la Memoria Histórica, al ser un edificio “situado en el centro de la ciudad con espacios y servicios para los ciudadanos”.

Así lo manifestó la consejera en una comisión parlamentaria -solicitada por UPN y Podemos-Orain Bai-, en la que compareció junto al director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar, y en la que destacó la necesidad de crear una estructura que aborde todas las facetas de la memoria. “Ya en septiembre vimos que era necesario consolidar un espacio suficiente e interesante que recoja todos los servicios que presta el Instituto”. En este sentido, el objetivo del Gobierno foral es consolidar una sede “digna” y suficiente en recursos para la realización de diferentes actividades, siendo el Palacio Marqués de Rozalejo, a juicio del Gobierno, el mejor lugar para ello.

En cuanto a la distribución del edificio, Ollo explicó que el sótano y la planta baja acogerán la sala de exposiciones, la sala de conferencias, la biblioteca y el centro de documentación; la primera planta será un espacio dedicado a las asociaciones, y a las labores que realiza cada una de ellas, además de contar con salas de seminarios en los que desarrollar programas como Escuelas con Memoria; la segunda estará destinada a despachos administrativos para el trabajo del personal del Instituto y de Paz y Convivencia; y el tercer piso se utilizará como almacén y archivo de todo tipo de material.

En este sentido, Ollo profundizó en la necesidad de crear estos espacios ya que recordó, por ejemplo, que en el centro de documentación ya hay más de 1.000 fondos documentales, que de esta manera estarían “abiertos y disponibles a quien quiera visionar el centro de documentación”. “También en torno a la memoria se han organizado en los últimos años numerosas jornadas y charlas que hemos llevado a cabo en salas alquiladas. De esta manera, se dispondrá de un lugar público para acometer todo este tipo de actividades”, señaló Ollo, y añadió que “situar la memoria, una de las políticas más invisibilizadas durante décadas, en el centro de Pamplona sería un auténtico hito de la legislatura”.

Por todo ello, destacó que este espacio requiere de “una ubicación que posibilite el trabajo de memoria y hacerlo de forma abierta y accesible a la ciudadanía y asociaciones memorialistas”, y consideró que Rozalejo “reúne esas condiciones”. “Así lo entendemos, así lo hemos asumido y así lo visibilizamos en el proyecto de Presupuestos”, subrayó Ollo, quien avanzó que la previsión para 2019 es “empezar a trabajar en el concurso del proyecto arquitectónico” para lo que se utilizará la partida contemplada en las cuentas de este año destinada a la adecuación de locales.

polémica En cuanto a la polémica suscitada desde que en agosto se anunció la ubicación del Instituto de la Memoria en el Palacio Marqués de Rozalejo -que hasta el pasado 8 de enero estaba ocupado por el gaztetxe Maravillas-, la consejera incidió en que desde el Gobierno de Navarra se ha trabajado en “aportar soluciones a las demandas de los movimientos ciudadanos y espacios autogestionados”. “Lo hemos hecho con colectivos, con ayuntamientos y no hemos tenido problema en convenir espacios, en impulsar el diálogo y los espacios autogestionados”, defendió. No obstante, remarcó que el Ejecutivo defiende el contenido del proyecto de un edificio público “sin evitar que espacios autogestionados puedan llevar a cabo su labor”. “¿Por qué el Instituto no iba a ubicarse ahí? ¿Y por qué el gaztetxe tiene que estar en Rozalejo”, se preguntó Ollo.