PAMPLONA - Que el consumo de alcohol, drogas y/o fármacos es uno de los factores de riesgo en la producción de accidentes de tráfico es un axioma que ya no admite discusión. En el año 2017, seis conductores y cuatro peatones fallecidos en Navarra dieron positivo en alguno de estos consumos, lo que supone el 40% de los automovilistas que pudieron ser sometidos a la analítica correspondiente y el 50% de los peatones que murieron en ese ejercicio y que igualmente pudieron ser sometidos a pruebas toxicólogas, según los datos recabados por el Instituto Navarro de Medicina Legal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia del uso de drogas entre los conductores está entre el 4 y el 20%, y, según una encuesta realizada por esta misma organización, entre un 4 y un 30% de los conductores reconoce conducir después de haber consumido drogas, mayoritariamente cannabis. Estos datos se recogen en el último Informe de la OMS. Uso de drogas y seguridad vial. Además, los resultados de los análisis toxicológicos realizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) señalan que el alcohol, las drogas de abuso o los psicofármacos, solos o combinados, están presentes en más del 43% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico, y en el 46% de los peatones.

Los últimos datos disponibles en Navarra, correspondientes al año 2017 y recabados por el Instituto Navarro de Medicina Legal, señalan que hubo cinco fallecidos en accidente de tráfico que dieron positivo en alcohol. De ellos, tres eran conductores y dos peatones. Asimismo, hubo otras dos personas, ambos conductores, que habían consumido drogas de abuso (cocaína y anfetaminas, respectivamente). Por último, hubo tres fallecidos con presencia de fármacos, dos conductores y un peatón.

CADA VEZ MÁS MEDICINAS Antonio García Malumbres, director del Servicio de Desarrollo de Políticas de Seguridad del Gobierno de Navarra, advierte que “en vía administrativa solamente se persigue el consumo de alcohol y de drogas tóxicas de abuso. Las medicinas no se persiguen, incluso las pautadas por un médico, pero si el consumo de estos fármacos legales es tan excesivo que produce una sintomatología tan evidente que impide la conducción sí constituye un delito contra la seguridad vial. Son pocos casos los que llegan al juzgado, pero son casos muy flagrantes”.

García Malumbres considera que “el consumo de fármacos es la gran cifra negra de la siniestralidad. Nuestra sociedad está llena de gente que toma antidepresivos, ansiolíticos, somníferos, etc, porque la tendencia de nuestra sociedad es a vivir más y a cierta edad es inevitable medicarse. Sin embargo, perseguir policialmente la conducción bajo la influencia de fármacos es muy complicado porque la normativa no está clara y porque los informes de los médicos de cabecera muchas veces no llegan hasta los centros de reconocimiento médico para renovarse el carné. Cada vez aparecerán más fallecidos que han consumido fármacos”, concluye. - J.M.S.