PAMPLONA - Dolor, golpes, quemaduras o heridas en las zonas íntimas, ropa interior rasgada, llantos frecuentes, sobre todo en referencia a situaciones afectivas o eróticas, miedo a estar sola, a los hombres o a un determinado miembro de la familia, rechazo al padre o a la madre de forma repentina, resistencia a desnudarse y bañarse o autolesiones o intentos de suicidio, conductas precoces o conocimientos sexuales inadecuados para su edad... Todos ellos son indicadores que pueden concurrir en menores víctimas de agresiones sexuales intrafamiliares, un problema que motivó el año pasado en Navarra 39 denuncias por delitos contra la libertad e indemnidad sexual en el ámbito intrafamiliar, cifra que representa el 28% de todos los delitos sexuales denunciados el año pasado en la Comunidad Foral.

Así lo refleja un informe realizado por la Brigada de Análisis e Inteligencia de la Policía Foral en el que se incluye información de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que atienden a víctimas por delitos contra la libertad sexual en Navarra, que ha sido confeccionado después de que las unidades de la Policía Foral especializadas en la atención a víctima de violencia sexual vienen hayan detectado “un posible incremento de denuncias en los últimos tiempos en el seno de la familia por delitos contra la libertad sexual”, si bien “no es fácil determinar la incidencia real de este problema en la población ya que ocurre habitualmente en un entorno privado -la familia- y los menores y mujeres pueden sentirse impotentes para denunciar”.

Algunos estudios llevados a cabo en esta materia concluyen que solo un 15% de estos hechos se denuncian a las fuerzas y cuerpos de seguridad, de lo que se evidencia una preocupante “cifra negra” de hechos que son conocidos y por tanto las víctimas no pueden ser atendidas y los agresores, puestos a disposición judicial. La Policía Foral advierte de que existen diferentes factores que pueden explicar los motivos de esta ocultación: por parte de la víctima; el hecho de obtener ciertas ventajas adicionales (regalos, más paga, etc.) o el temor a no ser creída o a ser acusada de seducción, junto con el miedo a destrozar la familia o a las represalias del agresor.

relación familiar O sentimental El informe llevado por el Cuerpo autonómico diferencia los delitos por aquellos cometidos en una relación sentimental, es decir, hechos en los que autor y víctima mantienen o han mantenido una relación afectiva; relación familiar, en el que se recogen todos aquellos hechos de relevancia penal en los que la víctima tiene una relación comprendida dentro de la esfera de la familia con el autor de los hechos, pero no incluida dentro de las de pareja/expareja, en sentido amplio, que se recogen en el grupo anterior; y otro, en los que se identifican otras relaciones de convivencia, como pudieran ser personas que se encuentran conviviendo en el domicilio familiar debido al arrendamiento de una de las habitaciones de la vivienda o bien, aquellos casos en los que ambos comparten residencia en un centro tutelar, asistencial, etc.

La Brigada de Análisis e Inteligencia de Policía Foral contabiliza 139 delitos contra la libertad sexual en 2018, de los que 39 hechos penales se cometieron en el ámbito intrafamiliar, lo que supone el 28% de todos los delitos sexuales. Entre ellos primaron los abusos sexuales (25 casos) frente a las agresiones (14), y fue el tipo penal de abuso sexual sin penetración el hecho más denunciado (17), unos datos que “permiten confirmar que en lo que se refiere al tipo de acto abusivo, éste se produce con mayor frecuencia mediante contactos físicos (tocamientos, masturbación, contactos bucogenitales, siendo la penetración anal o vaginal menos frecuente”, señala el informe.

La mayoría de los hechos fueron cometidos entre miembros de la familia (16 casos), seguidos por aquellos en los que agresor y víctima habían estado o estaban unidos por un vínculo sentimental (14). En estos últimos, es frecuente que las denuncias contra la libertad sexual llevan aparejadas también denuncias de malos tratos.

En los hechos que tienen lugar en el marco de una relación familiar priman los hechos de abuso sexual (11 casos), seguidos por los de abuso sexual con penetración (3). Si se atiende a aquellos hechos entre los que el autor y la víctima existe o ha existido una relación sentimental puede observarse que los tipos penales más frecuentes son aquellos en los que ha existido algún tipo de penetración (9 casos), siendo mayoría en aquellos en los que no se ha ejercido una violencia física sobre la víctima. En el resto de las convivencias el tipo penal más denunciado es el de abuso sexual consistente en tocamientos a la víctima (5).

El 92% de las víctimas fueron mujeres (36 casos) frente al 8% que son varones (3 casos, dos de ellos menores de 15 años) y por franjas de edad hay una mayor victimización en los menores de edad, de modo que el grupo más vulnerable es el encuadrado entre los 0-15 años y con especial incidencia dentro del entorno familiar. Tanto por país de nacimiento como por nacionalidad priman las víctimas de origen y nacionalidad española, ya que el 59% han nacido en España pero atendiendo a su nacionalidad, suponen el 74% del total.

La mayoría de los hechos son cometidos en un ambiente íntimo, generalmente el domicilio o asimilado a él, sin testigos que presencien los abusos o agresiones (31 casos), lo que obedece a la naturaleza de los hechos objeto de estudio. Es por ello que el grupo “casas, pisos” equivale prácticamente en su totalidad al domicilio de la víctima, del autor o de ambos.

El 49% de los hechos (19 casos) tuvieron un desarrollo continuado en el tiempo, de modo que las víctimas denunciaron varios hechos individualizados, protagonizados por el mismo autor y empleando un modus operandi similar. Son mayoría, en este caso, los que se producen en el ámbito familiar, mientras que los hechos clasificados como ocasionales (9) representan hechos ocurridos en más de una ocasión, espaciados en el tiempo y sin denotar habitualidad, mientras que los que tienen lugar en una única ocasión entre el mismo autor y víctima (8) son mayoría los que tienen lugar en el marco de una relación sentimental.

PADRE O PADRASTRO, AUTOR En cuanto a la relación existente entre el autor y la víctima, destacan aquellas desarrolladas dentro del ámbito familiar en las que, principalmente es el padre o la nueva pareja de la madre la que abusa o agrede al hijo/hija. En este tipo de relaciones, prima el abuso sexual del padre o similar sobre la hija menor de edad (9 casos), mientras que solo se registra un hecho en el que es la madre la autora de los abusos y la víctima, un hijo menor.

En cuanto a las denuncias documentadas en otras situaciones de convivencia, destacan aquellos hechos en los que el autor se encuentra compartiendo la vivienda con la víctima, fruto del alquiler de una habitación del domicilio. A este respecto, de los nueve hechos registrados, seis se ajustarían a esta situación.

Todos los autores están identificados por la víctima y solamente en un caso la víctima aportó únicamente el nombre de pila del autor. Esto se debe al contexto de confianza y relación que une al autor y a la víctima. Otra de las características es que sobre la víctima solo actúa un único autor, ya que solo se registra un hecho en el que participan dos autores.

Los autores son en su mayoría varones, mayores de edad, y entre ellos priman los que se encuadran en la franja de edad de entre 30 y 39 años, el 32,5% (13 casos). Es destacable que aquellos que se encuadran en los tramos de más edad están relacionados con hechos clasificados en otras relaciones de convivencia. La mayoría han nacido en España, 50%, porcentaje que sube hasta el 70% si se observa la nacionalidad en el momento de ser detenidos, investigados y denunciados.

El 50%, con antecedentes policiales

Solo 4 autores, antecedentes sexuales. Poniendo la atención en los antecedentes, partiendo de una muestra de 38 autores de los que se tienen datos acerca de su responsabilidad en hechos penales anteriores, el 50% había sido detenido o investigado por hechos penales no relacionados con delitos contra la libertad sexual. En cuatro casos, los autores habían sido ya detenidos por otros delitos contra la libertad sexual, todos ellos por abusos sexuales. El quinto caso lo constituye un menor que en 2013 figura como posible autor de una agresión sexual con penetración. Del total de estos cinco autores, dos de ellos cuentan con otras detenciones.

El 28% del total. Los 39 delitos contra la libertad y la indemnidad sexual denunciados el año pasado en Navarra representan el 28% del total de los delitos contra la libertad sexual conocidos y ocurridos en 2018.

Abusos, lo más habitual. El tipo penal más denunciado ha sido el de abuso sexual, consistente en tocamientos del autor hacia la víctima.

Relaciones familiares. El mayor número de hechos se dan dentro del grupo catalogado como relaciones familiares, siendo la figura del padre o padrastro sobre la que recae la autoría de los delitos, siendo los delitos de abuso sexual sin penetración los más frecuentes.

Relaciones sentimentales. Los tipos penales en los que ha existido penetración son mayoritarios en las relaciones entre parejas o exparejas o relaciones sentimentales análogas.

Pamplona, más casos. Es la zona policial de Pamplona y por consiguiente la capital, Pamplona, la que aglutina el mayor número de hechos, si bien se documentaron hechos en todas las zonas policiales excepto en Alsasua y Elizondo.

Dentro de la vivienda. Es común en este tipo de delitos, en los que prevalece el conocimiento entre los sujetos, que se cometan principalmente dentro de un ámbito íntimo o privado, fuera de la vista de personas ajenas. Es por tanto la vivienda familiar o compartida el lugar en el que más se cometen los hechos delictivos.

Continuados y una víctima. Mayoritariamente son hechos que se han cometido de forma continuada, documentándose varios hechos individualizados, de tipología similar y siendo el autor la misma persona sobre una única víctima.

Víctima, de 0 a 15 años. El mayor número de víctimas lo constituyen mujeres menores de edad, con especial incidencia en las pertenecientes al grupo de 0 a 15 años, y de origen y nacionalidad española.

Autor, de 30 a 39 años. En cuanto a los autores, el perfil mayoritario lo constituyen varones, mayores de edad, primando los englobados en el grupo de 30 a 39 años, de origen y nacionalidad española.

Sin denuncias previas. Como normal general no constan por parte de la víctima denuncias previas. Solo se recoge un caso en 2018 en el que la víctima ya había denunciado a la pareja de su madre con anterioridad por hechos similares.