PAMPLONA - Un antiguo alumno del colegio de los Padres Reparadores de Puente la Reina-Gares, Mikel E., denunció ayer que sufrió un episodio de abusos sexuales a comienzos de los años 80 a manos del sacerdote que estaba encargado de la enfermería del centro. Esta cuarta víctima que ha decidido contar su experiencia afirma que cuando comunicó el acoso que sufrió a los superiores del colegio, otros alumnos siguieron sus pasos, lo que habría llevado a la congregación de los Padres del Sagrado Corazón de Jesús, conocidos como Dehonianos y Reparadores en España, a trasladar al autor de los abusos “al colegio mayor que la orden tiene en la localidad salmantina de Alba de Tormes”.

Mikel E., que en la actualidad tiene 49 años, comenzó en 1980 sus estudios en Puente la Reina-Gares a los 11 años de edad. Llegado desde Vitoria, cursó en el colegio de los Reparadores 7º y 8º de EGB. “Otro niño y yo fuimos al convento Puente la Reina por referencias de una familia que ya tenía a su hijo en el colegio. Cuando llegamos, ya era de dominio público que el hermano Basilio, encargado de la enfermería y de llevar las cuentas del dinero que entregaban las familias, cometía los abusos. Caer enfermo era una penitencia, nunca mejor dicho”, explica al recordar su ingreso en el centro.

Este antiguo alumno, que destaca que el sacerdote, “como todos los abusadores, era el hombre más simpático del mundo, no era el hermano más cruel”, recuerda que un día enfermó, “con mucha fiebre, y me llevaron a una parte del convento que estaba preparada como enfermería. Pero el hermano me llevó a su habitación y me metió en su cama. A partir de ahí me realizó tocamientos y me obligó a tocarle a él, pero yo me resistí como pude”, relata Mikel E. al rememorar aquel pasaje ocurrido en 1982, que días después puso en conocimiento de los superiores del centro, en concreto, “de Marcelino Carrera”. “Me llevó a su habitación y me sometió a una especie de interrogatorio. Quiso que le contara lo que había ocurrido con todo detalle y su reacción también me incomodó”, recuerda.

SE ESCAPÓ DEL CENTRO De forma consecutiva, según Mikel E., otros alumnos del centro también denunciaron a los superiores los abusos sexuales cometidos por el mismo sacerdote, que “poco después fue trasladado por la congregación al colegio mayor que los Reparadores tienen en Alba de Tormes, en Salamanca. Ya no volvimos a saber de él”, explica esta víctima, que permaneció en Puente la Reina pocos meses más, hasta los 13 años, cuando decidió escaparse. “Fue un cúmulo de todo, del trato que nos daban los sacerdotes, de la opresión sexual, del tema de los abusos. Mi familia era muy tradicional y fue difícil, porque mi madre era muy religiosa, y en aquel entonces la mentalidad era diferente, así que les conté lo que me había pasado pero mi familia tampoco hizo nada”.

Mikel E. asegura que aquel fue el único episodio de abusos sexuales que sufrió en Puente la Reina-Gares y afirma que “no me ha dejado un trauma, porque es algo que he contado a mis allegados, pero pasar por aquel convento sí ha sido una gran lastre para mi vida. A fin de cuentas era un seminario menor, con un ambiente muy cerrado, con un régimen casi penitenciario. A excepción de los niños del pueblo, el resto, es decir, la mayoría de los alumnos estábamos internos”, señala.

Esta víctima, que señala que “durante semanas dormí con un palo dentro de la cama y se lo dije a los padres para que lo supieran y me dejaran en paz”, no se explica que “nadie denunciara antes lo que estaba pasando. Creo que los superiores del colegio miraban para otro lado. Eran personas de las que esperabas un comportamiento ejemplar y aquello fue todo lo contrario”, concluye.