pamplona - Nació en el que era (hoy lo es Baliarrain) el pueblo más pequeño de Gipuzkoa, Orexa, pero a Manuel Iturrioz el mundo se le iba a quedar pequeño muy pronto. También los penales franquistas, la persecución nazi, los combates en el Bidasoa, las heridas de guerra, el contrabando en la muga, todo resulta minúsculo en una historia de lucha y supervivencia. Manuel Iturrioz Malkorra, el propietario de la makila que incautó la Policía Foral en el puerto de Otsondo y que la Delegación del Gobierno en Navarra se niega a devolver a su familia, nació en Orexa en 1902 y en sus 89 años de vida dio razones de sobra para merecerse makilas como reconocimiento. Le llamaban el Houdini de los mugalaris vascos, ya que fue uno de los primeros pasadores de la histórica red Comète, que ponía a salvo de los nazis a combatientes aliados por el Bidasoa. Lo del escapismo de Houdini se lo ganó Iturrioz por su habilidad para escapar de las rejas de prisión, que visitó en varias ocasiones.

Lo curioso de la historia de Iturrioz es que nunca se dio demasiada importancia a sus hazañas. Al morir, en 1991, un familiar le facilitó a su hijo Andoni Iturrioz Escudero una colección de notas autobiográficas que Manuel dejó escritas en dos cuadernos. Después de cuatro años dejándose las cejas en los archivos del Gobierno Vasco, en Salamanca, Madrid, Londres, Bruselas y hasta Washington (Andoni vivió allí en la última época laboral y descubrió que en unos legajos de la biblioteca americana guardaban los nombres de todos los que se dedicaban al contrabando en Oiartzun, porque les servían en su día a EEUU para pasar documentos), Andoni cotejó la vida de su padre. Y era tal cual la había dejado. Sin opiniones ni hazañas de héroes, hechos puros contrastados en los papeles. El libro está publicado por la editorial Alberdania: Manuel Iturrioz. Borrokalari baten bizipenak (Vivencias de un luchador).

Manuel, que primero fue sirviente y luego pastor, aprendió castellano a los 22 años, estudió para ser mikelete (policía foral de Gipuzkoa) y, al estallar la Guerra Civil, empezó a luchar contra Franco en Intxorta, cayó herido en Lemona, llegó a Asturias y fue cuando cayó preso dos meses. Se escapó, huyó hasta Sara, y reapareció en el combate en Barcelona ascendiendo a capitán, y tampoco se perdió las batallas del Segre y del Ebro. Al perder la guerra, cayó en el campo de concentración Argeles-Sur-Mer, de donde huyó a la semana para refugiarse con la ayuda del Gobierno Vasco de Perpignan. Tras reparar las heridas en el hospital de Bidart, empezó a trabajar en una fábrica de armas de Tarbes pero esta vez es atrapado por los nazis de quienes también se fugó hasta llegar a Donibane Lohizune. Allí, buscando ayuda en los caseríos, se convirtió en el pionero de la red Comète por encomienda de Alejandro Elizalde y de Lezo Urreiztieta. En abril de 1942 es de nuevo apresado por el sanguinario Melitón Manzanas, quien lo tortura durante tres días en la comisaría de Irun. Pero, Iturrioz, haciendo gala de su apodo, deja al carcelero preso y se escapa. Tras vagar dos meses y medio por una cueva de Artikutza, al lado de sus orígenes, una tromba de agua le hace salir y se refugia en un caserío cercano. En este encontró a la mujer de su vida. Por ello, Andoni recuerda que él le debe “la vida a Melitón Manzanas”, que permitió que sus padres se conocieran. - E. Conde