PAMPLONa - En el último año completo ha resuelto cinco asuntos diarios, pero el juzgado de cláusulas suelo, a pesar de ese ritmo vertiginoso con el que saca papel de los estantes, sigue a rebosar. El Juzgado de Primera Instancia número 7 de la capital navarra, el especializado en materia hipotecaria y sus derivadas en la Comunidad Foral, acumulaba a comienzos de este año 2.161 demandas en trámite, sin resolver por tanto, de todas las que habían entrado en la oficina desde que en junio de 2017 se instauraron estos órganos judiciales. De esta forma, pese a tan alta resolución como queda de manifiesto en las 1.623 resoluciones dictadas a lo largo de 2018, en todo el tiempo de funcionamiento de este órgano se ha registrado un ingreso de un total de 3.803 procedimientos, mientras que de estos solo se han resuelto 1.866 asuntos. Es decir, se ha dado salida al 49% del trabajo que entró. La otra mitad del tajo sigue ahí dentro pendiente.

La situación de este órgano judicial es una de las mayores preocupaciones del Tribunal Superior de Justicia de Navarra debido a que el goteo de demandas es incesante y la acumulación de carga de trabajo se ha disparado en un órgano que trata una materia de rabiosa actualidad, sujeta a constantes novedades a nivel doctrinal y jurisprudencial. Este juzgado sigue recibiendo cada trimestre en torno a 420 asuntos sobre esta realidad que afecta a miles de navarros, que tratan de que se les devuelva el dinero cobrado indebidamente por las cláusulas suelo impuestas en su contrato e invalidadas por Europa.

Además, se siguen presentando procedimientos en los que se reclaman también los gastos en torno a la constitución de la hipoteca y los despachos de abogados no cejan en su empeño de combatir otra casuística que merece una solución integral y solo parece que esta la podrá proporcionar Luxemburgo. Se trata de los consumidores que reclaman aquellos acuerdos que les ofreció la banca -Caja Rural fue masivo en estos ofrecimientos- para eliminarles el suelo de sus hipotecas a cambio de otro tipo de fórmulas de intereses, todo ello en caso de que no presentaran un pleito judicial. Ello se hizo una vez conocido que las cláusulas iban a ser declaradas nulas y, por ello, muchos tribunales (el Supremo ha ido y venido en este asunto, resolviendo al principio a favor del cliente y luego en su contra) entienden que sobre la nulidad de la cláusula no se puede debatir y, por tanto, al cliente no se le informó adecuadamente y el acuerdo que se le puso para que firmara también debe invalidarse.

Todo este maremoto ocasiona que cada mes entren en el juzgado 140 demandas al respecto, casi cuatro al día. Como dato al menos para el optimismo puede destacarse que el último trimestre de 2018 fue el primer periodo en el que el juzgado de cláusulas resolvió más asuntos de los que ingresó. Sacó 630 sentencias entre octubre y diciembre y había recibido 420 casos. Dicta, por tanto, ahora mismo, siete resoluciones al día pero miren lo que tiene a cola aún.

Juzgados de Primera Instancia (Pamplona). 8.689 asuntos en 2018 (un 22,7% más que hace dos años).

Juzgado Mercantil. 488 asuntos en 2018 (15,9% más).

Juzgado de Violencia (medidas civiles). 407 asuntos en 2018 (un 6,5% más que en 2016).

Juzgado de Familia. 3.304 demandas en 2018 (un 4,6% más que en 2016).

Juzgados de Primera Instancia e Instrucción (Estella, Tafalla, Aoiz y Tudela). 6.082 asuntos en 2018 (un 3,5% menos que en 2016 -en estos juzgados no se presentan reclamaciones por cláusulas suelo-).

Audiencia (civil). 895 (un 17% menos que en 2016).