Hace un año, se publicó en una web del Gobierno de Navarra una lista de los prisioneros navarros que habían pasado por los campos de concentración de Gurs y otros. De Villafranca, figuraban 9 nombres con su adscripción política: Adrián Murugarren, Cristóbal, UGT; Blay Briza, Claudio, PNV; Cilleruelo Babón, Francisco, UGT; Eizaguirre Aramburu, Ignacio, No Consta; Ibáñez García, Andrés, PNV: Martínez Guaquit (sic), Luis, CNT; Pérez Nanclares, Casimiro, Izquierda Republicana; Velasco Marcilla, Santiago, UGT; Villa Isasi, Domingo, del PNV.

Hay que señalar que ni Blay, ni Cilleruelo, ni Eizaguirre, ni Ibáñez, ni Villa Isasi eran de Villafranca. Los villafranqueses que terminaron sus días en el campo de concentración de GURS fueron cuatro: Cristóbal Adrián Murugarren, Luis Martínez Joaquit; Casimiro Pérez Nanclares y Santiago Velasco Marcilla. Los dos primeros contaban con un hermano asesinado respectivamente, en 1936.

Los cuatro, una vez alistados en el bando rebelde, desertaron y se pasaron al bando republicano. En el desarrollo de la guerra, terminarían en Cataluña, en la llamada 26ª División, cuyos componentes, una vez conquistada Barcelona por los fascistas, serían enviados al frente con uniforme francés-en las filas de la Legión Extranjera o en escuadrones de choque-, o integrados en Compañías de Trabajadores Extranjeros.

Muchos de esa División serían hechos prisioneros en Francia e internados en campos de concentración, distribuidos por el sur de país: el campo de Argelés-sur-Mer, el campo de Le Vernet d’Áriège, Barcarès y Septfond. La mayor parte de éstos acabaron capturados por los alemanes en los primeros momentos de la invasión de Francia (mayo-junio de 1940). Tras un paso por los campos de prisioneros de guerra (stalags) fueron enviados a Mauthausen, donde integraron el grueso del contingente español. Uno de estos fue el villafranqués Carlos Alonso Burgui, hermano del maestro asesinado Sixto en 1936 y, supuestamente, enterrado en Echauri.

Ya se sabe que fueron 35.000 españoles quienes participaron en la Guerra Mundial junto a los aliados: cerca de 10.000 acabaron en los campos de concentración alemanes. Muchos fallecieron entre 1941 y 1942; por ejemplo, en septiembre y octubre de 1941 una gran parte de los muertos de Gusen -campo auxiliar destinado al exterminio de los presos más débiles- fueron españoles.

El Ejército norteamericano entró en Mauthausen, el 5 de mayo de 1945. La liberación del campo, sin embargo, no significó para los republicanos el final de la guerra comenzada en 1936. Muchos no pudieron volver a la España del franquismo, aliada ideológica de los nazis que habían combatido en Mauthausen, y habrían de encontrar asilo en otros países, sobre todo en Francia.

He aquí una sucinta biografía de estos villafranqueses.

Cristóbal Adrián Murugarren. Era hijo de Norberto Adrián Cerdán y Baltasara Murugarren Ruiz. Su hermano Francisco, el Loyo, sería fusilado en 1936, socialista. Cristóbal estaba afiliado a la UGT. Al terminar la guerra, tenía 47 años. Le pilló en Cataluña con la 26ª División, motivo por el que marcharía a Francia donde sería hecho prisionero por los nazis de modo inmediato. Era empleado de Banca. Actuó como capitán en el Ejército Norte, lo mismo que en Cataluña. Pasó por los campos de Vernet d’Ariege; y en Gurs, Islote D. Salió de este para trabajar como agricultor el 18 de junio de 1939. Volvió al campo el 27 de julio de 1939. Salió definitivamente para ir al Hospital de La Roseraie el 3 de noviembre de 1939. Sería liberado en 1945.

Casimiro Julián Pérez de Nanclares. Era hijo de Julián Benigno y de Josefa. Casimiro nació el 17 de agosto de 1918. Tenía 21 años en 1939. Casimiro estaba afiliado a Izquierda Republicana, que era el partido de Manuel Azaña. No se le conoce ninguna actividad política durante la II República en el pueblo, ni a él ni a su hermano, Benigno, nacido en 1915, y a partir de 1940, maestro de profesión. Cuando lo liberen de Gurs, se exiliará a México. En 2004, el Ministerio de Asuntos Exteriores del registro civil consular de México enviaría el 9 de marzo de 2004, la notificación de que Casimiro Julián Pérez de Nanclares, nacido en Villafranca de Navarra el 17 de agosto de 1918, hijo de Benigno y de Josefa, había muerto el 11 de febrero de 2002.

Luis Martínez Joaquit. Había nacido el 22 de junio de 1913. En 1938, figuraba como militante de la CNT, aunque durante la República había sido de la UGT. Era hermano de Francisco, a quien asesinaron en 1936

Una vez incorporado, desertó del ejército golpista, pasándose al ejército republicano. Terminaría en Barcelona en la 26ª División De aquí pasaría a Francia, alistándose en la Resistencia, donde finalmente fue hecho prisionero. Estuvo en los campos de Argelés y Gurs, Islote B, barraca 4.

En su acta de nacimiento se hará constar en nota marginal que el 17 de abril de 1996, D. Luis Martínez Guaquiz (sic) había recuperado la nacionalidad española según “exp. 52/96 de recuperación de nacionalidad del juzgado de 1ª instancia e instrucción nº 3 de Tudela”. Luis moriría el 20 de julio de 2000.

Santiago Velasco Marcilla. Hijo de Jenaro Velasco Sánchez y Salvadora Marcilla Peralta. Nacido el 10 de noviembre de 1910. Había sido militante de la UGT. Fue ferroviario. El 24 de septiembre de 1936, el jefe local de la Falange en Villafranca, Germán Amigot, comunicaba a Falange Española de las JONS que Santiago Velasco Marcilla y otros, entre ellos Martínez Joaquit, se habían incorporado a dicha filas bajo la nomenclatura de la Falange. Santiago desertó pasándose al ejército rojo. Al terminar la guerra tenía 29 años. En Cataluña, llegó a ser teniente. Hecho prisionero, durante varios años sería traslado de los campos de Prats de Mollo a Sept Fonds (Tarn et Garonne). Finalmente, lo confinaron al campo de concentración de Gurs, el 1 de abril de 1939. Islote D, barraca 4. Fue expulsado al Islote F. Fue liberado el 5 de mayo 1945.

Carlos Alonso Burgui (1898). Hijo de Fructuoso Alonso nació el 4 de noviembre de 1898 y murió en 1975. Como su hermano Sixto era maestro. Militó en el Partido Comunista. Como el resto, se pasó al bando republicano. Fue hecho prisionero por los nazis en 1940. Pasaría cinco años en Mauthausen-Gusen, de donde sería liberado el 5 de mayo de 1945.

En los años 60, volvió a Villafranca donde pasaría sus últimos años. Murió en 1975. Daba clases particulares de francés. Se enorgullecía de haberse negado a integrarse en el sistema educativo de Franco: “Hubiera sido la peor humillación de mi vida”.

Desde que se implantó la democracia (1978) hasta nuestros días, han pasado más de cuarenta años. Jamás un Ayuntamiento ha tenido el detalle de dedicarles un homenaje y un recuerdo.

Autor de ‘Villafranca en la II República (1931-1936). Un sueño convertido en pesadilla’