Pamplona - El cansancio, la debilidad o la dificultad para coordinar movimientos son algunos de los síntomas más frecuentes de la esclerosis múltiple. Ante esta enfermedad neurodegenerativa el deporte se convierte en un fuerte aliado ya que, aunque no elimina estas pérdidas, sí ayuda a frenarlas. Además, reduce el riesgo de exclusión y aislamiento que llevan consigo estos problemas motores. Por ello Activa-T, el programa deportivo de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra (Ademna), es tan importante.

A Mar Sánchez ponerse en contacto con la entidad le ayudó a superar un mal momento vital a causa de la enfermedad. “Vine engañada por mi marido y mi hermano porque veían que lo estaba pasando mal -relata-. Tuve bajas sucesivas en el trabajo, veía que no podía caminar bien y eso, junto con las cosas de la vida diaria, me superó”.

Ahora acude semanalmente a pilates, una actividad que comenzó cuando aún trabajaba. “Antes estaba muy bien porque podía hacer más cosas y me ayudaba a sentirme realizada y ahora, que suelo tener mucha fatiga, me ayuda también a salir de casa, porque lo tengo asumido como una obligación”. Además, destacó el buena ambiente de las sesiones y la importancia de poder relacionarse con más personas que tienen su enfermedad.

Noel Etxeberría llegó a la asociación por recomendación de su médico, ya que desde la sanidad pública tan solo le ofrecían un mes de fisioterapia y, aunque esta no puede curar su rigidez, sí es positivo mantenerla a lo largo de toda su vida para conservar más tiempo la movilidad.

Ahora, además de a sesiones semanales de fisioterapia, acude también a Feldenkrais, una terapia que le ayuda a recuperar la movilidad durante varios días. “No se como, pero noto mucha mejoría en el brazo y la pierna del lado que tengo paralizado”, asegura, aunque reconoce que pasados tres o cuatro días comienza a empeorar de nuevo y vuelve al punto de partida. Por este motivo poder acceder a este servicio permanentemente es tan importante para conservar su calidad de vida.

Eva Mª de Miguel acude a la piscina, donde puede realizar movimientos que fuera de agua le son imposibles. “Como hay menos gravedad, podemos hacer ejercicios sobre una pierna o corriendo”, comenta. En su caso la hidroterapia es solo una de las actividades que realiza con Ademna, y es que acude de lunes a viernes a sesiones con el fisioterapeuta, el logopeda o la trabajadora social. - L.H.