Pamplona - Un total de 43 residencias de Navarra han ofertado en todo el territorio 2.150 plazas para personas mayores dentro del proceso licitado por parte del Gobierno de Navarra, 442 más que en 2018 cuando se adjudicaron con el sistema anterior al nuevo acuerdo marco. Además de las plazas residenciales, los centros han ofrecido 334 plazas de estancia diurna y 522 para la provisión de programas de promoción de la autonomía personal, programas ambulatorios que incluyen actividades de ejercicio físico, estimulación cognitiva y promoción, mantenimiento y recuperación de la autonomía funcional, así como servicios de apoyo para ayudar a mantener a las personas mayores en su entorno. El número total de plazas ofertadas ha sido para Pamplona y Comarca de 512 plazas y de 1.638 para el resto de Navarra, informó el Gobierno foral.

Según detalla la nota en Pamplona uno de los centros no se ha presentado al necesitar reducir plazas por la realización de obras en sus instalaciones. En este caso, a las personas que están ocupando las plazas concertadas se les dará la opción de trasladarse a una plaza pública en otro centro o mantenerse en el mismo percibiendo una prestación vinculada al servicio. La ANADP trabajará con la entidad para facilitar este proceso sin que genere perjuicio para persona usuaria. Desde el Gobierno navarro aseguran que el número de plazas ofertado “va a permitir ir reduciendo progresivamente el número de prestaciones vinculadas a servicio, prestación que se concede cuando no existe una plaza pública o concertada libre”, oferta que se quiere reforzar. El acceso a las plazas públicas o concertadas de las personas que están recibiendo una prestación se produce de forma automática en cuanto existe disponibilidad de dichas plazas. Una vez finalizado el procedimiento, el Gobierno informará de la distribución definitiva de las plazas ofertadas y de la previsión de concertación para los próximos dos años de vigencia del acuerdo marco. También dará a conocer la incidencia que el acuerdo marco va a tener en cuanto a las ratios de profesionales por usuario así como de las condiciones de empleo que implica el nuevo modelo de concertación.

El Post-it

La inversión ha subido en 6 millones de euros, un 15% más. Este incremento de plazas concertadas se produce por un proceso de conversión de plazas privadas (con un apoyo económico en forma de Prestación Vinculada a Servicio) en plazas concertadas ya que la oferta de plazas públicas está limitada a dos centros en Pamplona y Estella. Y el salto de más de un 20% más de este tipo de plazas ha sido posible porque el presupuesto, de 46.980.361 euros, se ha incrementado en un 15% para 2019.

Datos, claves y filosofía del marco

Hasta ahora: ResideN y otros. Si por ley (Dependencia, etc... ) un anciano tiene derecho a una plaza, la Administración debe facilitarle directa o indirectamente este servicio. La red de residencias se divide en tres bloques: residencias públicas, residencias concertadas y privadas. La oferta de centros de titularidad pública es históricamente reducida (250 plazas en El Vergel y Santo Domingo Estella). El segundo apartado se gestionaba a través del programa ResideN en el que el año pasado participaron 47 centros. El Gobierno concertaba (es decir, pagaba a las residencias directamente en función de un modulo) las plazas que estos solicitaban para ofertar en función de sus previsiones destinando 39 millones. Luego está el bloque de las residencias privadas, hasta 64. En algunos casos, unos 1.000, los demandantes tienen derecho a una ayuda económica vinculada (PVS) a costear parte de su coste y en otros se la pagaban de su bolsillo.

El usuario es determinante. El principal cambio filosófico del nuevo sistema de concertación es que da mayor protagonismo a las propias personas usuarias. La Administración concertará aquellas plazas para la que las residencias ya cuenten con una persona concreta que la demande, priorizando que sea en su área de residencia. Es decir, las residencias que han concurrido pueden ofertar y pedir un número “X” de plazas “autorizadas” pero luego la demanda será la que marque cuales serán “concertadas”. El objetivo del departamento, ante las dificultades para generar más plazas estrictamente públicas (haría falta asumir la gestión de centros o construirlos) es ir transformando paulatinamente plazas privadas sujetas a una prestación vinculada al servicio (una ayuda que va a la familia y de ésta a la residencia) en plazas concertadas en las que puede influir en el coste para las familias, las ratios y las condiciones laborales del personal.

512 en Iruña y 1.638 en pueblos. Un enfoque clave que tiene es la cohesión territorial e intentar que los ancianos logren una plaza cerca de su entorno natural. La oferta de plazas concertadas en el ámbito rural, muy envejecido, ha subido hasta llegar 1.638 puestos. En este campo el papel de Lares (sin ánimo de lucro) es importante con una treintena de centros. En Pamplona el resultado neto del nuevo sistema es que la oferta de plazas concertadas ha pasado de 580 a 512. Según el Ejecutivo, esta diferencia se debe a un factor extraordinario: la MECA no ha entrado en este acuerdo debido a que unas obras les han “obligado a reducir plazas”, entre otros factores. Sin esta circunstancia se hubiera dado un incremento de 17 puestos. En breve se van a abrir 5 residencias en Pamplona y su comarca, espacio con más demanda. La subida de plazas en localidades cercanas como Lumbier, Tafalla y Olite es de 112.

Una apuesta presupuestaria que beneficia a familias y trabajadores. Los presupuestos del Gobierno de Navarra destinarán al menos 6 millones de euros más que en 2018 a esto. El objetivo del acuerdo marco a dos años vista (con prórroga de otros dos) es lograr una oferta concertada de 3.000 puestos de manera que todas las plazas actualmente financiadas directa o indirectamente sean concertadas. El principal problema, dicen, no es de voluntad política ni de disponibilidad económica sino un asunto que tiene que ver con ingeniería presupuestaria y el techo de gasto que pone el Estado ya que esta inversión se computa como “gasto” sin tener en cuenta la reversión de los “ingresos” vía tarifas. Por otra parte, el hecho de ser concertada implica una mejora de ratios y salarios del personal. Es cierto que la asociación ANEA e incluso la MECA han tachado de insuficiente el módulo, pero también que éste sube de media un 11,6%.