pamplona - El director del colegio de los Hermanos Maristas de Santa María la Real de Sarriguren, Alberto Burguete, comentó ayer a este periódico que las denuncias de abusos exalumnos del colegio a cuatro religiosos en los años 50 y 60 les genera una “sensación desagradable y dura porque son cosas muy graves” y, a su vez, mostró a las víctimas su “pesar y dolor”, reiteró su compromiso con ellas y con la transparencia, a la vez pidió “perdón y disculpas”. Burguete afirmó que las denuncias ahora conocidas les han supuesto una “sorpresa”, porque nunca habían tenido “información. No había nada”.

Respecto a la investigación interna que han iniciado, añadió que “es consecuencia del despliegue que tenemos, en el que hay que buscar información a través del tiempo, contactar con la asociación de víctimas, evidenciar nombres, escuchar testimonios, tratar de contactar con estas personas y para ello contamos con el servicio de protección del menor que ponemos a disposición de los denunciantes”. Entre los datos recabados, Burguete manifestó que de los cuatro religiosos señalados, conocen que el hermano Braulio abandonó la institución marista en 1968 aunque desconocen el motivo y sus avatares posteriores, y que el hermano Julián siguió perteneciendo a la misma y falleció en 1997. “Del hermano Pedro no sabemos nada, porque en aquella época había muchos hermanos y muchos de ellos llamados Pedro. Con los datos que se han dado no sabemos quién es. Pero vamos a seguir investigando”. - E.C.