fort lauderdale - La defensa del hispano-estadounidense Pablo Ibar inició el miércoles en medio de la adversidad la lucha para evitar que sea condenado a muerte en el cuarto juicio al que es sometido por tres asesinatos de 1994.

Al iniciarse la fase de sentencia del juicio, el juez Dennis Bailey denegó una moción de la defensa para que el estado de Florida prohibiese que a Ibar se le impusiera la pena de muerte con base en los “derechos humanos internacionales” de sus dos hijos menores.

El jurado, que en enero pasado declaró a Ibar culpable de los cargos que se le imputan por las muertes de Casimir Sucharski, Marie Rogers y Sharon Anderson, tiene ahora la opción de condenarle a la pena de muerte o a cadena perpetua, dos alternativas “malas”, según dijo el padre del acusado, el ex pelotari Cándido Ibar. “Donde hay vida, hay esperanza”, subrayó no obstante Ibar padre.

La Fiscalía, que defiende que debe ser condenado a muerte otra vez -lo estuvo de 2000 a 2016-, dedicó esta audiencia celebrada en los tribunales de Fort Lauderdale, unos 40 kilómetros de distancia de Miami, a exponer la violencia que rodeó un asalto a mano armada en el que Ibar estuvo involucrado en la misma época del triple asesinato.

Es uno de los “seis factores agravantes” que plantean los fiscales en busca de que el jurado se decida por la pena capital.

Los “atenuantes” con los que la defensa busca defender la vida de Ibar, nacido hace 47 años precisamente en Fort Lauderdale, están relacionados principalmente con “el amor” de su familia.

“La única pena apropiada para los actos de ese día (el del triple asesinato) es la pena de muerte”, señaló la Fiscalía durante la presentación de los argumentos iniciales ante los catorce miembros de jurado, entre ellos dos suplentes.

La Fiscalía comenzó con una completa exposición que recreó un asalto a mano armado en el que Ibar estuvo involucrado durante los mismos días del triple asesinato por el que lleva preso 25 años, 16 de ellos en el pabellón de la muerte, y del que una de sus víctimas fue una mujer embarazada.

La defensa dijo que esa mujer mintió en su testimonio para tapar un caso de narcotráfico.

Además del asalto de Miami, la Fiscalía señaló entre los “factores agravantes” que los tres asesinatos cometidos en Miramar en 1994 fueron un hecho “premeditado, calculado”, con un doble propósito: obtener dinero y eliminar los testigos, es decir las mismas víctimas. “Todos estos factores agravantes han sido probados más allá de duda razonable”, aseguró la Fiscalía. - Efe