Bilbao - A escasas semanas de que el alumnado de Segundo de Bachillerato se enfrente a la evaluación de acceso a la universidad (EvAU), se reabre el debate sobre el diferente grado de dificultad que tiene la selectividad en las diferentes comunidades autónomas. Esta semana la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, se comprometió a estudiar “en profundidad” la posibilidad de tener una prueba única para todo el Estado, pero insistió en que lo importante es garantizar la igualdad de concurrencia. No obstante, recordó que existen corrientes en ambas direcciones, también las que se oponen a la unificación.

Celaá realizó estas declaraciones en la Universidad de Burgos, desde donde partió la polémica el año pasado después de que los estudiantes de Castilla y León sacasen unos resultados discretos en la selectividad de 2017, cuando es la comunidad que encabeza el ranking de PISA. El malestar llegó al punto de que el consejero de Educación castellano-leonés declaró abiertamente que los exámenes en su comunidad eran más “difíciles” y pidió incluso a los examinadores que fueran más blandos corrigiendo. El problema es que en el Estado existe distrito único, lo que significa que la nota obtenida en una comunidad vale para entrar en cualquier universidad.

En Euskadi la EvAU tendrá lugar los días 5, 6 y 7 de junio, con una polémica propia, la pérdida de horas lectivas por los 24 días de huelga en los colegios concertados. Mientras las academias hacen su agosto, los institutos redoblan sus esfuerzos con clases específicas para preparar la prueba que el año pasado superó el 97% del alumnado vasco, dos puntos por encima de la media del Estado. Además, Euskadi se colocó en el top 5 de las comunidades autónomas con la nota media más alta.

Según la estadística sobre la Evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad 2018 que presentó recientemente el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la nota media obtenida en la fase general para los estudiantes procedentes de Bachillerato en Euskadi fue de 7,40, solo por detrás de Extremadura, 7,64; Canarias, 7,60; Murcia, 7,50, y Aragón, 7,43. Las notas medias más bajas se dieron en Baleares, 6,84; Galicia, 7,06; Catalunya, 7,13, y Comunidad Valenciana, 7,20.

Estos datos contrastan con los del informe sobre los resultados de la EvAU realizado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), la institución encargada de coordinar la prueba en Euskadi y que sitúa la nota media en 6,72 o en 7,3 si se pondera con la puntuación media de Bachillerato. Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales se confirma como el auténtico coco de la selectividad en Euskadi. El año pasado suspendió este examen voluntario para subir nota el 51,8% de los estudiantes y la nota media fue de 4,65. Un grupo de estudiantes reunió más de 8.000 firmas a través de la plataforma change.org para pedir la anulación de la prueba, pero finalmente no se volvió a realizar el examen porque el contenido estaba dentro del temario.

Los idiomas son el punto fuerte del alumnado vasco en selectividad ya que la nota media en Francés, Lengua Vasca y Literatura, Inglés y Alemán está en la franja del notable: de 7,37 a 8,32. En el saco del aprobado está la mayoría de las asignaturas que tradicionalmente se consideran hueso: Matemáticas, Historia de España, Historia de la Filosofía, Química, Física o Lengua Castellana y Literatura.

Un año más, las chicas rindieron un poco por encima de los chicos y el alumnado euskaldun lo hizo mejor que quienes hicieron la prueba en castellano. El comportamiento de las distintas redes fue bastante similar aunque el alumnado de los colegios públicos sacó una décima más que sus compañeros de la concertada. Un 13,022 para el doble grado de Física e Ingeniería Electrónica fue la nota de corte más alta de la UPV/EHU en el primer corte. Le siguieron Bioquímica y Biología Molecular, con un 12,65, y Medicina, con un 12,407.