PAMPLONA. Agentes de la Policía Foral adscritos a la comisaría de Estella desalojaron el lunes por la tarde una vivienda en Allo que había sido ocupada esa misma mañana por un matrimonio con un hijo. La familia había accedido a la vivienda, que en ese momento se encontraba a la venta, fracturando la cerradura.

El titular del inmueble se dio cuenta de la ocupación a media tarde y dio aviso a la Policía Foral. La patrulla movilizada constató los hechos y que la ocupación se había realizado pocas horas antes, por lo que invitó a la pareja a abandonar la vivienda. Los autores accedieron sin oponer resistencia y se alojaron en casa de un familiar residente en la misma localidad, según ha informado la Policía Foral.

El artículo 245.2 del Código Penal establece que la ocupación de un domicilio para vivir en contra de la voluntad de su titular está tipificado como un delito de usurpación de inmueble castigado con penas de multa de tres a seis meses.