berlín - Niels Högel, un enfermero alemán de 42 años, fue ayer declarado culpable de haber acabado con la vida de 85 pacientes, entre los años 2000 y 2005. Ha sido condenado a su segunda cadena perpetua por el Tribunal Regional de Oldenburg. El enfermero de la muerte inyectaba tóxicos a los ingresados y después trataba de reanimarlos. Se le considera el mayor asesino en serie del país centroeuropeo desde la II Guerra Mundial.