MADRID. Hace unos meses, Proyecto Gran Simio tuvo conocimiento de la Operación 404 enfocada a la cautividad de animales de la organización Sea Shepherd Conservation Society, que ha estado investigando los delfinarios de muchos lugares del mundo entre ellos el Zoo de Madrid, descubriendo que varios delfines del citado Zoo (Lala y Guarina), presentaban "lesiones cutáneas y el resto de los siete delfines restantes tienen graves problemas oculares", con pruebas fotográficas.

Con esos datos, el veterinario Agustín González presentó un informe que Gran Simio entregó al Seprona, que describe las úlceras dermatológicas en forma de cráter en Lala, uno de los delfines; una gran úlcera en otro delfín con pérdida de piel en la boca en el extremo superior de ambas mandíbulas y de graves problemas oculares en el resto de los delfines que permanecen con los ojos medio cerrados "por causas posiblemente del cloro ya que pueden tener reacción de esta sustancia e incluso conjuntivitis".

El informe señala que a pesar de sufrir estas patologías, los delfines siguen participando en cada espectáculo "sin tener la opción de reubicación en una zona tranquila y limpia hasta que estén totalmente recuperados".

Para el veterinario especialista en cetáceos, estos delfines se encuentran actualmente bajo un gran sufrimiento ya que en la piel y ojos tienen muchas terminaciones nerviosas. En cuanto al delfín que tiene lesiones en la mandíbula, esta es una zona de sensibilidad especial y que producen dolor, ya que la utilizan constantemente para tener sensaciones táctiles. "Las lesiones oculares son sin duda molestas y dolorosas", apunta.

Proyecto Gran Simio ha criticado que en lugar de apartar a la delfín Lala de los espectáculos hasta que se reponga, "la siguen utilizando en lo que ellos llaman actividad física, cuando en realidad es una obligación de realizar un espectáculo ajeno a su comportamiento como especie y lejos de la voluntariedad". "Sobre las patologías de los ojos y de la herida ulcerosa muy desarrollada en el hocico de otro delfín, callan y no responden", reprochan al Zoo.

Por todo ello, la asociación ha realizado una denuncia ante el Serpona por la comisión de un supuesto delito de maltrato animal recogido en el artículo 337 del Código Penal y el posible incumplimiento de varios artículos de la Ley 31/2003 de 27 de octubre sobre conservación silvestre en los parques zoológicos.

"La utilización de espectáculos circenses en cetáceos y otras especies deberían estar prohibidos en los zoológicos como así lo recomienda el Manual Guía para la aplicación de la Ley de zoológicos publicado por el Ministerio de Medio Ambiente en su día y por la Fundación de Biodiversidad, en la que los zoológicos no deben consentir la utilización de animales en espectáculos ni en otras actividades similares que se encuentren claramente alejadas de las tareas educativas como por ejemplo hacer fotografías con animales, exhibición de carácter circense, etc", ha declarado Pedro Pozas, director ejectivo del Proyecto Gran Simio en España.

También señala que el informe del veterinario deja claro que numerosos estudios "avalan que la privación de libertad en cetáceos les causa ansiedad y estrés, sumando además que estos animales están obligados a someterse a ejercicios de trabajo duro a cambio de alimento e incluso pasar periodos de privación de alimentos hasta que realizan el ejercicio indicado por deseo del instructor".

Pozas ha afirmado que se tiene que tomar ejemplo del Zoológico de Barcelona, que al ser público se ha podido prohibir el espectáculo con delfines y que en estos momentos están buscando un lugar adecuado de retiro para ellos y se ha aprobado por parte del Ayuntamiento a una reconversión del propio zoológico para que se convierta en centro de rescate. Con respecto a los zoológicos privados, la única manera de luchar contra estos espectáculos circenses es "con la no asistencia a los mismos", indica.

RESPUESTA DEL ZOO AQUARIUM

Ante esta denuncia, Zoo Aquarium de Madrid ha manifestado que las conductas delictivas imputadas son "totalmente falsas y han sido atribuidas intencionadamente con total desprecio a la verdad". Por ello, está estudiando acciones legales, tanto por la vía penal como la civil, contra las personas que puedan promover "una denuncia falsa y acusaciones tan graves sin ningún fundamento".

El Zoo ha señalado que su prioridad es "garantizar el bienestar y la salud de todos los animales bajo su cuidado". En relación a algunos delfines, "como ocurre en cualquier grupo de animales de otras especies, se dan afecciones tales como las que nos ocupan en la piel, produciéndose también estas entre delfines salvajes".

En el caso de Lala, han explicado que una de las hembras de mayor edad del grupo "y en algunos momentos es más apreciable un problema crónico que presenta en su piel pudiendo ser más o menos llamativo, según la época". "Actualmente, goza de un buen estado general de salud y, al igual que el resto del grupo, reciben una atención veterinaria permanente y tratamiento específico, cuando así lo requieren. Conviene recordar que hay lesiones dérmicas producidas por diversos agentes, al igual que sucede en humanos, que no siempre son posibles de eliminar del todo a lo largo de la vida del individuo sin que eso afecte a su bienestar, salud y supervivencia", añaden en un comunicado.

El Zoo también aseguran que el cuidado y respeto de sus animales es "máximo" y cuentan con programas especiales de veterinaria, enriquecimiento, alimentación "de máxima calidad" y entrenamiento como las charlas educativas en las que además se transmiten al público mensajes sobre la protección y la biodiversidad del planeta, "cumpliendo una función claramente educativa y de concienciación".

"Nuestros fines como institución zoológica y los de todos los miembros que han sido aceptados para formar parte de WAZA, EAZA, AIZA y la EAAM y se enmarcan en la investigación, la educación y la conservación respetando escrupulosamente los parámetros de bienestar animal y el convenio CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre)", añaden.

Precisamente, AIZA ha emitido un comunicado en que critica que Proyecto Gran Simio ha realizado varias veces acciones legales "basadas en vaguedades, sin aportar pruebas y sin siquiera haber visitado el zoológico denunciado".

Y entienden que el único fin de este tipo de denuncias es obtener repercusión mediática, "sin siquiera esperar al resultado de la preceptiva inspección del Seprona".

"En ocasiones anteriores, tras la inspección de las autoridades competentes motivada por la denuncia, éstas concluyeron que no había indicios racionales que apoyaran las acusaciones del denunciante. Es más, cuando algún zoológico ha intentado demandar a Proyecto Gran Simio por sus falsas denuncias, la organización ni siquiera ha recogido los requerimientos en su sede, lo que indica claramente que el interés es exclusivamente mediático y no responde a una preocupación real por el bienestar animal", señalan.

La asociación AIZA ha subrayado también que el bienestar de los animales que acogen los zoológicos españoles está garantizado por el sistema de control e inspección que establece la Ley de Zoos (31/2003) y ejecutan los funcionarios de las administraciones competentes.

"Tenemos confianza plena en que esta denuncia al Zoo de Madrid, como las anteriores que ha interpuesto a otras instituciones Proyecto Gran Simio, es absolutamente infundada y solo persigue obtener notoriedad mediática de forma gratuita", concluyen.