pamplona - El Gobierno de Navarra aprobó ayer un decreto foral para dar respuesta al incremento de la llegada de Menores Extranjeros no Acompañados (Menas) a la Comunidad Foral. El vicepresidente de Derechos Sociales en funciones, Miguel Laparra, explicó que Navarra ha acogido a 173 jóvenes, 79 de ellos entre abril y mayo. Unos datos paralelos a los del resto del Estado, que en 2018 ha recibido a 13.000 Menas por lo que, teniendo en cuenta la población para su distribución entre las CCAA, a Navarra le corresponderían 180.

Laparra subrayó que las principales expectativas de estos menores, el 97% chicos, con una edad media de 16,8 años y procedentes en su mayoría del Magreb y África, son conseguir la regularización documental y el acceso a la formación y al empleo.

Se trata en la mayoría de los casos de menores que presentan un funcionamiento adaptado, con altos niveles de autonomía y que buscan mejorar sus condiciones de vida integrándose en la sociedad navarra. Una respuesta “ágil” a esta realidad ha permitido “acoger adecuadamente a todos los menores que han llegado, evitando situaciones de desprotección y previniendo posibles procesos de marginalización como los que se han dado en otras comunidades”, destacó.

inserción social y laboral Añadió Laparra que el modelo de intervención que se ha aplicado se orienta a su “plena inserción socio-laboral”, un objetivo que avalan los datos acumulados desde enero de este año. Así, de los 50 menores formándose el 80% obtendrá una evaluación positiva y la inmensa mayoría pretende continuar en procesos formativos, destacó el vicepresidente que puso en valor su integración en el entorno social, sin ningún incidente, y que todos hayan acudido voluntariamente al sistema, ninguno por la Fiscalía.

La situación de desamparo de estos jóvenes viene determinada por la ausencia de progenitores o familiar adulto que pueda hacerse cargo de su guarda y/o tutela por lo que su atención es una obligación recogida en la Declaración de los Derechos de la Infancia de 1989, y la normativa nacional e internacional.

El Gobierno foral ha dispuesto 3 millones de euros para posibilitar el marco administrativo y los recursos necesarios que permitan poner en marcha una red específica de protección a la infancia. Con ello se quiere garantizar la atención y el acompañamiento integral a los menores con nueva metodología y la cobertura básica de sus necesidades, su inclusión en itinerarios educativos y formativos para trabajar y su inmersión social a través del ocio y tiempo libre.

Como recursos residenciales Laparra destacó 35 plazas de urgencia para cortas estancias, 60 en pequeñas unidades de convivencia, 15 en el programa de acogimiento básico para menores de 16 años, y 20 en el programa de autonomía para quienes tiene cerca o más de 18 años y que pretende prepararles para una vida autónoma.

Por su parte el programa formativo PISEP para menores de 16- 17,5 años (con menos de 16 acceden a la escolarización obligatoria) tiene por objetivo la formación sociolingüística y profesional y la formación para el empleo, dirigidos a mayores de 17,5 años.

Además el programa de inmersión en los espacios del ocio y tiempo libre tiene como objetivo facilitar y acompañar los procesos de integración social. Así mismo, se está desarrollando una iniciativa específica con la comunidad islámica para captar familias de acogida que den soporte y acompañamiento a estos menores, proyecto con buena respuesta. - D.N.