pamplona - El hermano marista Braulio V.A., que ha sido denunciado en fechas recientes policialmente por un exalumno que sufrió abusos en el centro en la década de los 60, impartió al menos durante 18 años enseñanza como maestro de Primaria en el colegio de Jesuitas de Burgos, centro al que llegó mucho tiempo después de que fuera forzado a dejar la institución marista en noviembre de 1968. El implicado, que fue denunciado por un total de cuatro víctimas menores ante el director del colegio Maristas de Pamplona en aquel 1968 y de cuyos abusos también dieron relato hasta una docena de testigos -alumnos de la época-, solicitó la dispensa de los votos perpetuos de la institución en Roma y en agosto el Superior de la Orden pidió que le fuera aceptada dicha dispensa, es decir, que se materializara su salida de la orden religiosa. La actividad durante 1963 y 1968 del hermano Braulio en los Maristas de la capital navarra había sido escalofriante en cuanto al descaro público en el que incluso realizaba dichas conductas, como han venido a manifestar varias víctimas y testigos a este periódico. Uno de ellos, Andoni, pamplonés de 63 años, decidió interponer una denuncia que ahora tramita la Policía Nacional por los abusos de tres hermanos: Braulio, Pedro (El Tapón) y Amigot, así como contra la congregación por encubrimiento.

seglar en jesuitas Después de que fuera expulsado de la institución, Braulio siguió vinculado a la enseñanza como seglar. Al parecer regresó a su tierra natal, Burgos, donde permaneció vinculado a la enseñanza y se hizo un nombre como historiador y estudioso del Camino de Santiago y de las rutas del Románico en dicha provincia. En 1987, con 47 años, fue contratado por el colegio Jesuitas de Burgos como maestro de Primaria, donde dio clase hasta 2005. Jesuitas manifestó a este periódico que anteriormente no había dado clase en ningún otro colegio de la orden y que no constan denuncias de su estancia en Burgos. Tampoco saben si su salida de Maristas dos décadas antes y los motivos por los que se produjo les constaba cuando ingresó en el colegio. La noticia les ha causado sorpresa, pero reconocen que desconocen su trayecto anterior y que las víctimas merecen respeto y credibilidad. - E.C.