PAMPLONA - Zona Media, zona cero. Tafalla y localidades vecinas como Pueyo, Olite, Pitillas y Beire amanecieron ayer sacudidas por la violenta tromba de agua que arrasó carreteras, cultivos, viviendas, negocios y vehículos, y que provocó el desbordamiento el río Cidacos, que a su paso causó daños aún incuantificables, pero a todas luces suficientes para que se declare la zona catastrófica de cara a agilizar las posibles ayudas a todos los damnificados.

Las inconmensurables precipitaciones caídas durante la tarde del lunes, que cuadruplicaron las previsiones meteorológicas que predecían precipitaciones de hasta 40 litros (la estación meteorológica de Getadar superó los 160 litros por metro cuadrado y la de Tafalla, los 100 litros), elevaron el nivel del río Cidacos desde los 11 centímetros en la estación de aforo de Olite a las 17.40 horas, hasta superar los 5 metros a la medianoche (máximo histórico). Un volumen de agua inasumible para infraestructuras viarias, como la carretera N-121, que a la altura de Pueyo quedó desmembrada, o para la red ferroviaria, que tuvo que interrumpir el tráfico de forma indefinida.

Tras reunirse con los alcaldes de las poblaciones afectadas por las inundaciones, la propia presidenta del Gobierno de Navarra en funciones, Uxue Barkos, pidió ayer a los ayuntamientos que aprueben peticiones para que el propio Ejecutivo foral y la Delegación del Gobierno en Navarra puedan tramitar la declaración como zona catastrófica de las localidades afectadas por las lluvias torrenciales del lunes. En este sentido, aseguró que “va a facilitar a ayuntamientos y vecinos todo tipo de ayuda para la tramitación de seguros y ayudas, con el fin de hacerlo con la mayor rapidez”.

Entre las incidencias más destacables registradas ayer, destacó el desalojo del edificio de viviendas situado en el número 24 de la calle Martín Espronceda de Tafalla, ordenado por el arquitecto municipal, para evaluar los graves problemas de afección a la cimentación observados. Además, ayer se comprobó que no se podía acceder por carretera al núcleo urbano de Sansoain (Lerga) al haber quedado destruido el puente sobre el Cidacos, por lo que se trabajó en la habilitación de una pista hasta que pueda disponerse de una conexión provisional con la N-121. La docena de vecinos de la localidad, así como los usuarios de un alojamiento rural, serán auxiliados con el helicóptero en el caso de que se produzca una situación que lo requiriera.

SUMINISTRO ELÉCTRICO A lo largo de la mañana de ayer también fueron solventándose los problemas de abastecimiento eléctrico que afectaban, sobre todo, a Olite y Pitillas, y se trabajaba asimismo en solucionar los de suministro de agua que afectaban a algunas pequeñas localidades de la zona. Protección Civil dio ayer por la mañana por superada la fase de alerta por inundaciones decretada el lunes por tarde y activó la fase de reparación de daños tras la avenida del Cidacos.

El Gobierno de Navarra, a través de la consejera Elizalde, mantuvo ayer contactos directos con los principales sindicatos agrarios de Navarra, UAGN y EHNE, para abrir un canal permanente de comunicación y evaluar los daños en las infraestructuras agrícolas y en los cultivos. Numerosas propiedades se vieron afectadas las fuertes lluvias, el granizo y las inundaciones, también en zonas como Tudela, donde se registraron daños importantes por el granizo en las últimas parcelas de cereal y, sobre todo, en las fincas de hortalizas, al igual en localidades como San Adrián y Andosilla, donde el viñedo, acogido a la Denominación de Origen Rioja, sufrió daños de consideración.

A primera hora de ayer, el rey Felipe VI telefoneó a la presidenta Barkos para transmitirle sus condolencias por la víctima mortal registrada en Ezprogui e interesándose por los daños materiales producidos por la catástrofe. El monarca felicitó a través de esta comunicación a todos los dispositivos que trabajaron en la atención de la emergencia producida por las lluvias torrenciales del lunes.