SANTANDER - Eva Catalá, Montserrat Pérez y Jessica Salas, las tres espeleólogas que el domingo no salieron de la cueva cántabra de Coventosa a la hora prevista fueron localizadas ayer en buen estado en el interior de la cavidad, de la que salieron por la tarde. Según comentaron miembros del operativo de emergencia que las atendió, se encuentran bien, aunque “cansadas”, y no necesitaron asistencia médica a pesar de presentar principios de hipotermia. Las mujeres, nacidas en 1968, 1969 y 1980 y naturales las dos primeras de Barcelona y la última de Vinaroz (Castellón), fueron encontradas “más o menos a mitad del recorrido” por los tres rescatadores que accedieron, pasada la 01.00 de la madrugada, por la entrada de Cueto, junto a la que hay un pozo vertical de más de 300 metros de profundidad, el mayor de Europa y el primer lugar donde buscaron.

“Estaban con ganas de salir, alegres y cansadas”, porque llevaban “muchas horas dentro de la cavidad”, expuso uno de los participantes en el rescate, que señaló que “intentaron seguir, pero no estaban seguras del camino correcto y se detuvieron a esperar el rescate, y han hecho lo correcto, porque hubiera sido peor continuar sin tener la ruta clara”. Otro grupo compuesto por cuatro efectivos accedió también sobre la una de la madrugada por Coventosa, de donde salió a las 08.00 horas sin noticias de las desaparecidas. Por este mismo acceso se adentró ayer por la tarde un tercer equipo provisto de comida y agua, y cuyos tres integrantes son los que salieron al exterior de la cueva a informar del hallazgo.

Según precisó Carrascal, el hecho de que hubiera transcurrido la mañana y parte de la tarde sin noticias del equipo era una “buena noticia”, lo que hizo pensar que el equipo que entró por Coventosa -que tenía que haber salido a las 13.00 horas- las habría encontrado y estarían saliendo más despacio de lo habitual. Esto es precisamente lo que sucedió, ya que desde que fueron encontradas a las cuatro de la madrugada “vienen a ritmo bajo”, apuntaron fuentes del Gobierno regional. El Ejecutivo autonómico desplegó el dispositivo de emergencias compuesto por todos los efectivos operativos de la Dirección General de Protección Civil, así como por voluntarios del municipio de Arredondo. Además, junto con los espeleólogos y expertos en espeleosocorro movilizados fueron alertados efectivos del 061, helicópteros del Gobierno y de la Guardia Civil y medio centenar de efectivos del Greim (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de todo el Estado, por si fuera precisa su intervención.

en el tiempo de seguridad El hallazgo de Catalá, Pérez y Salas se produjo, por tanto, dentro del tiempo de seguridad establecido para esta cueva, que por su extensión -sus galerías internas suman más de 35 kilómetros- y complejidad, ya que exige desplazamientos en horizontal y vertical, e incluso atravesar lagos nadando, precisa un mínimo de doce horas para ser recorrida, en condiciones normales y por expertos, aunque ese periodo se puede incluso duplicar si surge algún contratiempo.

La cueva de Cueto-Coventosa tiene 6,7 kilómetros de recorrido, 850 metros de desnivel, un pozo vertical de 300 metros (el mayor de Europa) y precisa entre 20 ó 24 horas para completar todo el sistema, por lo que entre los espeleólogos se dice que no se es un auténtico profesional hasta que no se ha llevado a cabo dicha travesía. Asimismo, es la cavidad cántabra que más accidentes registra desde 1975, se han producido en ella 24 rescates desde que se tienen registros, y un británico murió por hidrocución en 1991. - E.P./D.N.

profesionales experimentadas

Deportistas. Las tres espeleólogas halladas ayer con vida conocían la técnica y contaban con material, pero era la primera vez que realizaban la travesía de Cueto-Coventosa, que por su longitud y dificultad se tarda más en hacer el recorrido de lo que marcan las guías de expertos. No obstante, la cántara no fue la primera cueva que visitaban, ya que son expertas en la materia han recorrido varios parajes haciendo espeleología y barranquismo, en el caso de Jessica Salas. “Son deportistas muy preparadas y eso se nota. Han hecho bien en no arriesgarse y en esperar, y regresar ya acompañadas por nuestros compañeros”, recalcó uno de los médicos que las atendió.