esta iniciativa es “un ejemplo de convivencia, donde chicos y chicas con diferentes condiciones de movilidad disfrutan del verano en igualdad y conviven en espacios abiertos e inclusivos, demostrando que una sociedad sin barreras es posible. Pero también este campamento es un ejemplo de solidaridad, ya que puede arrancar gracias a la generosidad de una persona anónima”, explica Margarita Sánchez, directora general de Amimet, Asociación de personas con discapacidad de la Ribera, quien expresa el agradecimiento de la entidad a la persona que donó 40.000 euros para la compra de dos vehículos adaptados necesarios para este campamento para adolescentes con y sin discapacidad. Una iniciativa que comenzó a principios de julio para impulsar un ocio abierto a todas las personas, fomentar la convivencia entre diferentes y potenciar la autonomía de los menores.

Esta persona “se interesó por el trabajo que venimos desarrollando, y quiso conocernos. Le enseñamos el trabajo que realizamos, como las actividades con menores para fomentar la inclusión y la autonomía y la intención de poner en marcha un campamento si conseguíamos una furgoneta adaptada para realizar las actividades de ocio. Entonces decidió donarnos 40.000 euros, que hemos destinado a la compra de dos furgonetas, vehículos que nos permitirá ampliar nuestro programa de ocio y tiempo libre durante el resto del año”, relata.

El campamento, según indican desde la asociación, tiene lugar hasta finales de agosto, incluidas las fiestas de Tudela, en diferentes instalaciones de la asociación, pero también se ofrecen actividades de ocio, como excursiones a Bertiz, Senda Viva o Barranco Perdido, deporte, piscina, hípica, visitas culturales, además de actividades intergeneracionales con residencias de mayores y otras actividades sociales como talleres de cuidado animal, creatividad, inteligencia emocional, sexualidad, yoga y talleres de alimentación saludable. Y todo ello, dando el máximo protagonismo a los propios chicos y chicas, promoviendo su autonomía personal, su participación en la gestión del propio campamento y valores como la empatía.

En conjunto, “se trata de varias semanas de diversión en las que compartir experiencias y valores”, explica Sánchez. “En la infancia y adolescencia creamos valores que nos acompañarán toda la vida y por eso nos parece importante crear el espacio de un campamento que pudiera transmitir el respeto a la diversidad desde la diversión y el trato directo con otras personas, demostrando que una persona con discapacidad no tiene que quedarse fuera del ocio o de las relaciones personales siempre que fomentemos actividades accesibles e inclusivas”. Esta iniciativa, que forma parte del programa de respiro familiar, nace con la vocación de hacerse en las vacaciones escolares a lo largo del año. Todavía quedan plazas libres. Para apuntarse: el teléfono 948 414 100 o el correo social@amimet.com. - D.N.