PAMPLONA - Quince días después de los daños que causaron las históricas inundaciones del pasado 8 de julio en la Zona Media de Navarra, el Gobierno foral dio ayer por finalizados los “principales problemas” de carretera tras la construcción de un vado de acceso provisional a la localidad de Sánsoain cruzando el río homónimo. Así lo explicó ayer al mediodía el vicepresidente de Desarrollo Económico del Ejecutivo, Manu Ayerdi, en el acto de inauguración del puente, en el que estuvo acompañado por el director general de Obras Públicas, Ignacio Nagore; y el director del Servicio de Conservación, Juan Serrano. Ayerdi adelantó que durante la primera quincena de agosto concluirán todas las obras, y desveló que el gasto total de restablecimiento de las carreteras es de un millón y medio de euros.

De esa cantidad, unos 150.000 euros se han destinado al vado de acceso que une la carretera NA-5510 con Sánsoain. La localidad había permanecido incomunicada durante las últimas dos semanas y los vecinos habían tenido que recurrir a un camino forestal muy frondoso y prácticamente intransitable por el monte del Conde, situado al suroeste de la localidad, para entrar y salir de ella.

El puente que se abrió ayer, no obstante, tan solo es, “un servicio provisional hasta noviembre”, en palabras de Ayerdi. Dentro de cuatro meses, el Gobierno de Navarra calcula que el antiguo paso estará reconstruido, ya que actualmente solo quedan escombros del arcén en las dos orillas del cauce después de que la riada se llevara por delante su estructura principal.

PROVISIONAL, PERO DE GARANTÍAS La provisionalidad del nuevo puente implica que no es necesario asfaltarlo, pero tampoco se trata por ello de una obra improvisada, tal y como explicó el vicepresidente: “No es un puente para días o semanas, por eso decidimos hacerlo en condiciones y con seis metros de anchura para que puedan pasar todo tipo de vehículos, tanto turismos como camiones”.

Para la construcción del vado provisional, se han utilizado varios marcos y tubos de hormigón. La obra en conjunto conforma un camino provisional de 170 metros de longitud, con una anchura de plataforma de seis metros y medio que discurre por dos parcelas anexas, cedidas por la familia propietaria de las tierras, Valencia Oyaga.

El nuevo paso alivió a las primeras personas vecinas de Sánsoain que lo cruzaron y a aquellas que tienen un empleo en el pueblo. Este es el caso de Jonathan Valencia, que trabaja en el restaurante Coto Valdorba y ha tenido que utilizar el camino forestal durante las últimas dos semanas. De todos modos, Valencia se mostró satisfecho con el trabajo, ya que, a su juicio, “la valoración debe tener en cuanta la magnitud de lo ocurrido”.

La nueva carretera restablecerá la normalidad en un pueblo alejado por trece kilómetros y medio, o un cuarto de hora en coche desde la localidad más cercana, Pueyo. Esta distancia hace que la comunicación por carretera resulte fundamental para servicios básicos sobre los que se sustenta el modo de vida del pueblo como “el panadero o los camiones de la basura”, apuntó un vecino de Sánsoain.

Ayerdi concluyó en que, con esta obra se termina de “resolver el último servicio a la ciudadanía que quedaba” a raíz de las riadas. “Ahora, solo falta algún otro punto concreto como el cruce entre la N-121 en Amatriain”, matizó.