pamplona - El Gobierno de Navarra en funciones acordó ayer destinar 5.871.514 euros a la contratación del suministro de dispositivos de monitorización de glucosa mediante sensores denominados flash-free style para varios centros del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O). Un gasto plurianual, que se realizará con cargo a los ejercicios 2019 (374.442 euros), 2020 (2,3 millones) y 2021 (2,4 millones), y que podrá beneficiar a los alrededor de 2.000 pacientes con diabetes tipo 1 que hay en la Comunidad Foral, mejorando su “calidad de vida, así como el control de la enfermedad y, con ello, los resultados en salud”, destacó el departamento.

Estos dispositivos, que se destinarán al Complejo Hospitalario de Navarra, a Atención Primaria, además de a las áreas de Salud de Tudela y Estella-Lizarra, son “una alternativa a las tiras reactivas de glucemia para pacientes diagnosticados de diabetes mellitus tipo 1 que realicen terapia intensiva con insulina (múltiples dosis diarias o bomba de insulina) y requieran al menos seis punciones en los dedos al día para la automonitorización de la glucosa en sangre”, según explicaron.

El pasado noviembre el departamento comenzó a financiar estos sensores a los menores de 4 a 18 años afectados -unos 140 pacientes-, si bien “ha habido un aumento del consumo previsto debido a la inclusión de nuevos grupos poblacionales en el programa de monitorización de glucosa, que se irá haciendo de forma paulatina durante este año 2019 y el próximo 2020”, según apuntaron. Ahora, además de continuar la prescripción y dispensación a los pacientes menores -a aquellos que cumplan los 18 años, una vez incluidos en el programa se les seguirá proveyendo-, el departamento estima que el dispositivo se suministrará “a aproximadamente 1.837 personas diagnosticadas de diabetes tipo 1 (pacientes con múltiples dosis de insulina, pacientes con discapacidad visual o limitaciones funcionales graves, con hipoglucemias de repetición y embarazadas)”.

El sensor, expuso el consejero Fernando Domínguez en la presentación del programa en noviembre, “queda implantado en el brazo o en el abdomen durante 14 días, durante los cuales el o la paciente puede conocer los datos en tiempo real mediante la aproximación del lector o del teléfono móvil adaptado. En la pantalla se aprecia la concentración de glucosa en el líquido intersticial en ese momento, el registro gráfico de los niveles de las últimas ocho horas y algo que es muy importante, que es la tendencia, que permite anticiparse a situaciones de hipo o hiperglucemia”.

La jefa de la sección de Diabetes del servicio de Endocrinología del Complejo, María José Goñi, explicó que “ya se ha hecho una primera entrega a 23 pacientes que presentan algún tipo de discapacidad físico o psíquica (personas con ceguera, capacidad visual muy reducida, con discapacidad cognitiva o embarazadas con diabetes tipo 1) y a partir de septiembre se irá haciendo de forma progresiva al resto de pacientes, priorizando aquellos que tengan hipoglucemias graves de repetición”.

Se trata de un proceso “lento”, reconoció la facultativa, porque “va acompañado de una actividad educativa en grupos de 4-5 pacientes en la que se va a proporcionar toda la información necesaria para un correcto uso del dispositivo. Esa actividad educativa se hace en dos veces: en la primera se entrega el material inicial y se implanta por primera vez el sensor, y a los 15 días se completa la información recibida y se recogen las incidencias que ha habido durante el uso”. Tras señalar que supondrá “una carga de trabajo importante para las enfermeras educadoras”, la especialista expresó su deseo de ver a los pacientes en consulta a los dos meses de la implantación “para, a partir de la información que da el sistema, hacer ajustes en el tratamiento”.

compromiso Además de que la persona afectada se va a tener que pinchar menos, el profesional contará con mucha más información para ajustar el tratamiento de forma individualizada. No obstante, la doctora Goñi explicó que van a exigir a los pacientes “un compromiso de un adecuado uso del sistema”, que consistirá “en realizar las mediciones mínimas necesarias diarias para una correcta interpretación de los datos. No sirve de nada que un paciente lo lleve puesto y no se mire, o que lo haga cada dos o tres días. Vamos a exigir un número de escaneos mínimo diario, que acuda regularmente a las consultas... Es decir, tiene que haber un compromiso por parte del paciente, que entienda el coste que supone económico, y que sirva no solo para que el paciente no se pinche en el dedo, sino que es una herramienta de ajuste del tratamiento y, por lo tanto, de mejora del control”.

Por su parte, el presidente de Anadi (Asociación Navarra de Diabetes), Juantxo Remón, señaló que la noticia responde a lo que el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó en mayo, que es la financiación de los sistemas de monitorización de glucosa con sensores flash en los adultos con diabetes tipo 1. Consideró “positiva” la noticia, porque “el sistema te ayuda un poco a ver cómo estas y las tendencias”, pero “escasa”, ya que reclaman que se financien “todos los sistemas de medición continua”, de modo que “a cada uno le tendrían que financiar el que mejor vaya a su tratamiento”.

No todos los pacientes quieren. La doctora María José Goñi señaló que no todos los pacientes quieren el dispositivo que se financia y entre las razones que alegan está que es un sistema “que se ve” o que “no están dispuestos a mirarse todos los días”.

Anadi. Remón apuntó que para las personas que llevan una bomba infusora de insulina no sirve el dispositivo financiado: “Sin embargo, hay unos sistemas de monitorización que se conecta con la bomba y que cuando te va a dar una hipoglucemia te para la bomba y ya no te da el bajón de azúcar. Es una ayuda grandísima para todos”.

38.000

navarros con diabetes. De los 38.000 navarros con diabetes, el 5% tiene diabetes tipo 1.

60

euros cada 14 días

Los sensores que se van a financiar cuestan 60 € cada 14 días, si bien hay otros más caros, que no están subvencionados, que unos valen 220 € al mes y otros 250 €.