Tanto la comunidad navarra de origen japonés como cualquier persona que tenga en mente el imaginario popular de los dibujos animados nipones sabe cómo son las casas en el país asiático: un amplio habitáculo divisible gracias a la adaptabilidad que ofrecen sus puertas correderas. Este concepto de la cultura arquitectónica e interiorista japonesa va siglos por delante del que ahora es tendencia en occidente impulsado por fenómenos como la desaparición de comercios tradicionales, el cambio del esquema familiar, la emancipación de la juventud o la accesibilidad de las personas con discapacidad: se trata de la idea de flexibilidad. El pasado día 28, el Colegio Oficial de Diseñadores de Interiores y Decoradores de Navarra cerró en el civivox Condestable una serie de coloquios a partir de los que propondrán al Gobierno foral cambios para la ley de vivienda y habitabilidad que el Ejecutivo pretende reformar.

Fue el propio Gobierno el que se puso en contacto con la Escuela para solicitar el asesoramiento de interioristas. Para hacer el proceso participativo, el Colegio de Diseñadores incluyó la cuestión en su programa de charlas de verano abiertas al público. Así, a partir de lo debatido entre todas las personas presentes, seleccionaron la temática respecto a la que intercambiaron opiniones con Juan José Echeverría, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona; y Javier Etayo y Diego González, del servicio de Vivienda del Gobierno de Navarra.

El encuentro giró en torno a la base compartida del cambio social. Es decir, “además de las tradicionales, cada vez hay más familias monoparentales, personas que viven solas o en pareja y que tienen unas necesidades distintas a la hora de elegir vivienda”, expusieron Jose Urrutia y Marian Torres, interioristas del Colegio. También incluyeron “adaptar las viviendas a personas mayores o con dificultades de movilidad” y “posibilitar la emancipación de la juventud”. Todo ello a través de la creación de “soluciones habitacionales distintas de las tradicionales”, aseguraron.

locales vacíos “Las multinacionales han adquirido amplias superficies contra las que los pequeños negocios no pueden competir y estos han ido desapareciendo y dejando locales vacíos en las plantas bajas de los edificios”, señaló Urrutia. A las causas de la “desaparición de la tienda tradicional” habría que sumarle “el auge de las compras on line”, apuntó Torres.

La solución que plantea el Colegio de Decoradores para revitalizar los barrios es la de “cambiar la normativa” para habilitar viviendas en los locales vacíos, a pesar de que son conscientes de un principal problema con el que Echeverría coincidió: “Los locales no podrían reconvertirse en comercios.” Como “los comercios tradicionales no van a volver”, lamentaron, el Colegio también baraja la posibilidad de utilizar los locales vacíos como zonas comunes; por ejemplo, lavanderías vecinales, “tal y como se hace en tantos países del norte de Europa”, recalcó Echeverría.

EMANCIPACIÓN La precariedad dificulta la emancipación de la juventud: el 55% de entre 18 y 34 años sigue viviendo en casa de sus padres. Con este panorama, el reto es facilitar viviendas más baratas y, para ello, los diseñadores deben sacar rédito del espacio. El riesgo es caer en la infravivienda, por eso Etayo objetó que “ninguna persona rica querría vivir en una casa pequeña”.

nuevas familias No obstante, las interioristas replicaron con que no están proponiendo viviendas más pequeñas, sino una redistribución del espacio, actualmente imposible debido a “detalles normativos como la salida de humos que suponen un gran lastre”, criticó Echeverría, ya que están fijados de acuerdo con recursos de 1989, año en el que se aprobó la ley vigente. El problema principal reside en reformas o antiguas viviendas, como caseríos.

De ser posible, la solución pasa por modelos de viviendas sin paredes como el loft, máxima expresión de la tendencia actual. Se trata de una opción prohibida generalmente por requisitos técnicos que hoy en día tienen alternativas más sencillas y sostenibles no contempladas hace tres décadas, aseguraron tanto las interioristas como el concejal. Uno de los motivos es la máxima económica de que los bienes y servicios se crean para cubrir nuevas necesidades. Hoy en día, sin embargo, “¿para qué necesita tantas puertas y pasillos una pareja o alguien que vive solo?”, preguntó Urrutia.

ACCESIBILIDAD La idea del loft también es una solución aplicable al reto de la movilidad, en aras de que la accesibilidad posibilite la independencia de aquellas personas que tengan algún tipo de discapacidad física.

El reto que el Gobierno debe enfrentar, por lo tanto, es el de buscar habilitar viviendas que cubran las nuevas necesidades con el límite de la infravivienda. El punto que logra lo primero y evita lo segundo, según Urrutia, es “regular en función de metros cuadrados por persona y no en función del número y tipos de cuartos”. En la misma línea, la pregunta que deben hacerse los técnicos la definió su compañero Enrique Lizarraga: “¿Debe estar el ser humano al servicio de la normativa, o la normativa al servicio del ser humano?”.

Alquiler y compra. Según Diego González y Javier Etayo, responsables de Vivienda del Gobierno foral, hay unos 8.000 demandantes de alquiler y 2.000 potenciales compradores en Navarra.

90%

Nueve de cada diez prefieren dos o tres dormitorios y el 10% restante, cuatro. Tan solo una de cada mil personas está interesada preferentemente en un solo dormitorio.