pamplona - Fortalecer las escuelas rurales de Navarra es uno de los objetivos prioritarios que se ha marcado el nuevo Gobierno foral para la nueva legislatura. Un compromiso que el consejero de Educación, Carlos Gimeno, quiso visibilizar ayer con la visita al colegio público La Balsa, de Arróniz, con motivo del inicio del curso escolar 2019-20. Este centro de la localidad de Tierra Estella es una de las 80 escuelas rurales existentes en la Comunidad Foral, en las que el pasado curso estudiaron un total de 3.119 alumnos y alumnas de 3 a 12 años.

Estos centros escolares responden a las demandas educativas de un colectivo de familias y de alumnado poco numeroso que no permite una escuela graduada completa, de ahí que se agrupen a alumnos y alumnas de distintas edades. En concreto, este curso, el colegio público de Arróniz cuenta con 63 alumnos y alumnas con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años e imparte las etapas de Educación Infantil y Primaria en seis aulas. El alumnado de Infantil de 3 y 4 años está agrupado. Además, hay una unidad para el alumnado de Infantil de 5 años, un aula de 1er curso en Primaria y otra agrupada para 2º y 3º, un aula de cuarto de Primaria y otra unidad con los escolares de 5º y 6º de Primaria agrupados. El equipo docente está formado por once profesionales.

Esta escuela rural imparte docencia en los modelos A (castellano con asignatura de Euskera) y G (castellano) y tiene implantado el Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI) en ambos modelos.

la escuela y el pueblo Durante la visita, en la que participaron el alcalde de Arróniz, Ángel Moleón, varios concejales del ayuntamiento y el director de la escuela, Víctor Moliné, acompañado por el equipo docente, el consejero de Educación explicó que su presencia obedece al compromiso del Gobierno de Navarra con la escuela rural. “Es importante estar hoy aquí porque un pueblo sin escuela es un pueblo muerto y un pueblo con escuela está vivo”, afirmó Gimeno, quien añadió que las escuelas rurales (el criterio para considerar un centro una escuela rural a toda aquella que dispone de menos de nueve unidades) permiten aplicar modelos organizativos flexibles, un contacto más directo con padres y madres y acercan el currículum al entorno geográfico y humano en el que se desenvuelven. “Mantener nuestros pueblos depende de que mantengamos nuestras escuelas rurales”, concluyó el consejero. Asimismo, el departamento recordó que a partir del presente curso las ratios para la escolarización en las escuelas rurales se modifican con el objetivo de realizar una mejor atención al alumnado.

Los responsables del centro y una representación de la asociación de padres y madres dieron a conocer al consejero los distintos servicios que ofrece, incluido el de comedor, al que acuden a diario 27 alumnos y alumnas. El colegio cuenta también con sala de deportes y aula de actividades múltiples. El director de la escuela y el alcalde de Arróniz coincidieron en destacar el “esfuerzo personal y de financiación a las familia” que realizan tanto el consistorio como la apyma de la localidad. Y es que, según explicaron durante la visita, el Ayuntamiento de Arróniz subvenciona todo el material escolar de los alumnos y alumnas y la apyma apoya económicamente con dotación de material informático. La visita finalizó con todos los escolares de la escuela entonando junto al profesorado una canción preparada para la ocasión.

¿Qué centros se consideran escuela rural? Se consideran escuelas rurales aquellos centros que, además de estar situados en zonas rurales, tienen 8 o menos grupos de alumnos (a partir de 9 ya tienen un grupo por edad y no se considera escuela rural aunque estén sitos en zona rural). Para ser escuela rural hay que tener escolares de varias edades en un mismo grupo: aulas multigrado.

Metodología flexible y cercana. Estos centros exigen una metodología didáctica diferente a la que se utiliza en las escuelas de ámbitos urbanos. Son modelos organizativos más flexibles y cercanos.