pamplona - El consejero de Educación, Carlos Gimeno, abogó ayer por establecer un sistema educativo “estable”, que “esté basado en la equidad y orientado a la excelencia” y mostró su disposición a dialogar con todos los grupos políticos, no sólo con los firmantes del acuerdo programático, con el objetivo de que sea “un proyecto común” que incluya “toda la diversidad que tiene la comunidad educativa navarra”.

En su primera comparecencia en comisión parlamentaria para explicar las principales líneas de su departamento para esta legislatura, Gimeno remarcó que el “eje transversal” de la actuación de su departamento va a ser “intentar y procurar una educación de calidad para todos basada en una escuela pública de excelencia”. Gimeno incidió en la necesidad de que haya “una estabilidad legislativa” y apostó por alcanzar “pactos sociales y políticos” con los agentes educativos y las fuerzas políticas, y contar con la participación del Consejo Escolar de Navarra. “Un factor de progreso”, afirmó.

distribución del alumnado El marco de su actuación tendrá como uno de sus ejes la coeducación como “herramienta básica para la igualdad”, y en este sentido valoró que el programa Skolae, que se va a implantar en todos los centros sostenidos con fondos públicos, vaya a recibir un premio Unesco de educación que recogerá la presidenta María Chivite como gesto de apoyo al mismo.

Entre las principales actuaciones del departamento, el consejero destacó trabajar por una “distribución equilibrada del alumnado desfavorecido” entre todos los centros sostenidos con recursos públicos, una apuesta por la “responsabilidad social” a partir de la vigente normativa y desde el respeto a libertad de elección de centro. “Vamos a intentar revisar los conciertos y ya hemos informado a las patronales. Hay dos cuestiones que nos interesan de la Ley de Conciertos, una la distribución del alumnado desfavorecido y que todos arrimemos el hombro, y la segunda, los programas didácticos, uno es Skolae, y en función de cómo ajustemos los programas didácticos pues habrá que ver los conciertos”, afirmó el consejero, para añadir que “no vamos a ir en contra de nadie pero sí vamos a impedir que nadie o nada perjudique a la escuela pública”.

Otros ejes de ese marco de actuación es el refuerzo de la función docente y una educación inclusiva “sistémica”, para lo que según explicó Gimeno se hará un “mapa de calor” con “las necesidades más urgentes y las ideas más relevantes” para favorecer “la equidad y la modernidad y la excelencia”.

Por otra parte, el consejero apostó por un plan de cooperación territorial para converger en igualdad de oportunidades, con un lugar preeminente para la Formación Profesional, y abogó por diseñar una estructura curricular para los idiomas con la ida de que sean “un proyecto común”, que acoja “toda la diversidad que tiene Navarra”.

Prórroga del acuerdo con la red concertada. El acuerdo con los centros concertados se ha prorrogado hasta el 31 de agosto para negociar un nuevo acuerdo que “recoja todas las necesidades” y aseguró que “las jubilaciones anticipadas y las sustituciones están completamente garantizadas”.

Impulsar la FP. Gimeno resaltó que la Formación Profesional “pasa a tener la magnitud de Dirección General” y “va a tener un lugar preponderante” y “va a adquirir su verdadero valor pedagógico”. El objetivo de “implantar y promocionar la FP Dual, modernizar la tecnologías y las metodologías, y generar una internacionalización de la FP”.

Plan de Infraestructuras. Educación desarrollará un Plan Director de Infraestructuras “con criterios públicos transparentes”, que atienda las necesidades del sistema educativo y en el que se “va a ponderar decisivamente” la escuela rural que será “una institución a todos los niveles”, o la tasa de alumnado desfavorecido.

Seguridad jurídica y pago del verano. El departamento necesita una estructura que “mejore los procesos administrativos, las relaciones con la comunidad educativa y que establezca una seguridad jurídica”, para lo cual se han pasado de 2 a 3 direcciones generales. Seguridad jurídica es lo que pretende tener Gimeno antes de pagar los meses de verano a docentes interinos en un plazo “de no menos de 4 o 5 meses”.