A l suplemento dominical XL Semanal del grupo Vocento que también acompaña los fines de semana a los lectores de Diario de Navarra ofreció el 15 de septiembre una entrevista con el músico James Rhodes, en la que, a la pregunta que requería del pianista las razones de la imposibilidad de hablar de su violación en la infancia hasta los 31 años, respondía: “No me atreví a decir nada porque estaba aterrorizado”. La experiencia de Rhodes, presente en diversos medios gracias a testimonios similares más o menos recientes, pone los pelos de punta, sí, pero no es una excepción entre las numerosas citas con la violencia más peregrina y con la más elaborada presentes en los media de unos años a esta parte.

En ese mismo ejemplar de XL Semanal, Carmen Posadas, con el moderado tono que caracteriza a sus artículos, recuerda que, a algunos de los principales responsables de la política, “la arrogancia les nubla las entendederas y pierden todo contacto con la realidad” y que, tarde o temprano, “la realidad pone a cada uno en el lugar que le corresponde; en su caso, en el basurero de la Historia”. Posadas hacía referencia a la última patochada de Boris Johnson (un “sofisticadísimo producto de los estratos más elitistas de la sociedad británica”) pero el primo hermano de Donald Trump es tan sólo otro acelerador de violencias, pues ese parece ser el fin último de personajes que, como él, no son “un tipo que para lucirse y dar el golpe se aprende de memorieta tres o cuatro párrafos de la obra de Homero”. Y no son pocos, desde luego.

Estar o no estar

Estar o no estar: esa es la cuestión. Estar o no estar en el candelero al precio elegido, que es el precio que paga el ciudadano de a pie y no el político superprotegido. Mientras tanto, el pueblo llano desaparece como clase social, sumergido, además, en una espiral de violencia suicida que toma, en nuestros días, la forma de todas las formas y, como ejemplo, un botón, que no es otro que el artículo de Luis F. Durán del jueves 26 para El Mundo, que arrancaba del siguiente modo: “Graban y difunden la agresión a una niña de 14 años en un instituto de San Blas”. Al texto introductorio, seguía el meollo del asunto: “Fue grabado por varios alumnos que hicieron un cálculo para impedir que nadie pudiera protegerla” y seguía una serie de referencias a información generada en nuestros días por la perfeccionadísima lacra.

Una de esas referencias era la que invitaba a leer otro artículo, titulado Los mossos buscan a un bebé en el río Besòs donde su padre se deshizo de él y otra era la que se podía consultar tras su titular: Vox ignora la denuncia por violencia de género de su portavoz en Elche. Pero estas forman una parte ínfima de los numerosos casos de violencia que pretenden acabar con la esperanza en un mundo mínimamente racional, pues ya dos días antes, martes 24, el propio Diario de Navarra se había hecho eco, al igual que otros medios, de las consecuencias de otra pésima noticia: Olaya Suárez firma el artículo que titula Prisión para la madre del bebé asesinado en Gijón, en el que se lee: “El recién nacido, un niño, fue asesinado nada más nacer y arrojado a continuación a un contenedor dentro de una mochila”.

La noticia, por cierto, acompañaba a otra en la que David S. Olabarri destacaba algo desesperante tras su titular (Tres detenidos en Bilbao acusados de violar a una joven durante tres días) y venía, tal noticia, acompañada de un dato estremecedor: “55/ AGRESIONES MÚLTIPLES/Se han producido en España hasta el 18 de septiembre de 2019, según la plataforma Geo Violencia Sexual”. ¡Que pena, la de no contar, en algunos medios conservadores, con artículos de opinión de especialistas en violencia de género (y violencia, en general) que, acompañando dichas informaciones, resalten la importancia de este horror! Eso sí: el mismo ejemplar de Diario de Navarra aportaba un trabajo de Pilar Cernuda en el que se recordaba que hay personas “que han traspasado hace tiempo la barrera de la delincuencia, aunque hasta el momento ninguno de los detenidos contaba con antecedentes penales”.

Los detenidos eran, según la llamada de portada, “siete acusados de preparar atentados” en Cataluña.