PAMPLONA. Navarra cuenta con 103.000 personas en situación de exclusión social lo que supone el 16% de la población. Del total de personas en exclusión en la Comunidad foral, la mitad trabaja, lo que constata que "exclusión y trabajo son dos espacios cada vez más compatibles", según los datos del Informe Foessa de Cáritas sobre exclusión y desarrollo social en Navarra.

Las conclusiones del informe Foessa han sido presentadas este martes en rueda de prensa por el coordinador del estudio, Guillermo Fernández, quien ha señalado que mientras que entre los años 2000 y 2007 "se hablaba de los mileuristas como de una situación de precariedad, hoy el mileurismo se ha convertido casi en un deseo".

"Muchas personas no pueden acceder a un salario que supere los 600-800 euros, la salida de la crisis ha estado basada en un modelo de precariedad, algo irrefutable que está más que demostrado por el conjunto de cifras", ha sostenido Fernández, que ha comparecido acompañado por el director de Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela, Ángel Iriarte.

Según los datos del informe Foessa, el número de personas en exclusión social en Navarra es de 103.000, el 16% de la población, una cifra que se ha reducido de 2013 a 2018 en un 9,6%. La caída en el conjunto del país ha sido del 27,8% en este mismo periodo, pero hay que tener en cuenta que Navarra "siempre ha partido de cifras de exclusión más moderadas".

Dentro de la exclusión social, hay 38.000 personas en situación de exclusión social severa, que ha pasado de representar un 7,2% de la población navarra en el año 2013 a un 5,8% en el año 2018, un descenso de casi el 20%.

No obstante, para Cáritas es "especialmente preocupante" un grupo de 14.000 personas, dentro de las personas en exclusión severa, que acumulan tal cantidad de dificultades que se denominan "sociedad expulsada". Se trata de personas "preocupadas únicamente en poder sobrevivir en el día a día y a las que probablemente ya no llegue ningún tipo de mecanismo de protección".

Este grupo de personas, donde se acumula la exclusión "más dura" de la sociedad navarra, ha aumentado un 70% en los últimos cinco años. De este modo, aunque la exclusión social "ha descendido, se ha enquistado", ha explicado Guillermo Fernández.

Según ha señalado, dentro de este grupo estarían las personas sobre las que también se ceba la pobreza severa, un grupo que se ha incrementado en estos últimos cinco años en un 45%, representando el 3,4% de la población en la Comunidad foral.

PERFILES DE LA EXCLUSIÓN En cuanto al perfil socialdemográfico de los hogares y los sustentadores principales en exclusión social, el coordinador del informe Foessa ha detallado que no existen diferencias en cuanto al género y que el grupo mayoritario se encuentra entre los 30 y los 44 años.

Asimismo, el 49% están trabajando; ocho de cada diez personas que sustentan hogares navarros en exclusión son de nacionalidad española; y el 52% de la exclusión social en la Comunidad foral se encuentra en los municipios de menos de 5.000 habitantes.

A pesar de esta distribución, el representante de Cáritas ha advertido de que el mayor riesgo de exclusión se concentra en los hogares donde el sustentador principal es menor de 30 años; es mujer o es inmigrante. También hay mayor riesgo en los hogares donde hay menores o si se es familia numerosa o monoparental.

Además, Guillermo Fernández ha explicado que si se es de nacionalidad extranjera la probabilidad de estar en el espacio de la exclusión es mayor, si bien sólo dos de cada 10 personas en la exclusión social es inmigrante extranjera en Navarra.

RIESGOS SOCIALES Por otro lado, el informe de Cáritas pone de manifiesto que existen tres bloques principales de riesgos sociales que afectan en esta época con "más fuerza" a Navarra. Se trata de la vivienda, el empleo y otros factores que influyen en la pobreza severa.

En cuanto a la vivienda, el informe constata que el acceso a una vivienda digna "se ha convertido en un derecho inaccesible para muchas familias" y que en Navarra, la vivienda "ocupa el primer lugar como generador de dificultades en la sociedad". Así, el 18,4% del conjunto de la población estaría afectado por este problema.

En concreto, la población en hogares con gastos excesivos en la vivienda ha sufrido un incremento del 52% y ya son 17.000 hogares en esta situación; y las personas que viven en viviendas con tenencia en precario han pasado a representar el 5,2% de la población, llegando a los 44.000 hogares.

También se ha incrementado tanto las personas residiendo en viviendas con deficiencias graves que necesitan rehabilitación (7.000 hogares), como en condiciones de insalubridad (10.000 hogares); y la población que vive en hogares con situaciones de hacinamiento se ha incrementado un 35%.

En cuanto al empleo, el informe Foessa constata que "a pesar de la reducción progresiva del desempleo, la escasa fortaleza del empleo en Navarra se percibe en dos indicadores, que la exclusión social afecte en mayor medida a las personas con la jornada parcial que en el resto de España; y que una de cada personas en la comunidad tengan que combinar ingresos por trabajo con los ingresos por protección social".

Según los datos del informe, el 12,7% de las personas que trabajan en la comunidad están en exclusión social. Además, más de la mitad de la ciudadanía navarra opina que el funcionamiento de los servicios públicos de empleo es poco o nada satisfactorio.

Por otro lado, el estudio revela que, en el terreno de la salud, la población que no puede permitirse comprar medicinas, seguir tratamientos o dietas por problemas económicos asciende a 57.000 personas.