donostia - El Departamento de Educación trabaja para la eliminación de “puntos negros” en los baños y vestuarios femeninos de los centros de enseñanza para facilitar que en ellos las niñas se sientan “cómodas y seguras”.

Esta es una de las líneas de actuación recogidas en el Plan de Infraestructuras Educativas 2019-2023 que la consejera de este área, Cristina Uriarte, junto con la viceconsejera de Administración y Servicios, Olatz Garamendi, detallaron ayer en una comisión del Parlamento Vasco.

Este plan contempla 249 actuaciones, entre reformas, ampliaciones y nuevos centros, con un presupuesto inicial previsto de 318 millones de euros, 20 más que en el anterior del periodo 2014-2018.

Uriarte explicó que este plan es flexible y puede modificarse durante su vigencia en función de las necesidades detectadas, tal y como ocurrió con el anterior, que tenía una dotación inicial de 245 millones y ha acabado con una inversión de 298 millones.

El documento recoge varias líneas estratégicas y entre ellas destaca la dirigida a garantizar la perspectiva de género en los espacios educativos.

En esta línea, Garamendi explicó que los trabajos del departamento en este ámbito se centran en dos vías: los patios escolares y los baños y vestuarios femeninos. En ambos casos las actuaciones se incorporan en las obras nuevas y se analizan cuando lo requieren los colegios.

En cuanto a los baños y los vestuarios femeninos, Educación los diseña de manera que desaparezcan los “puntos negros” que pueda haber en ellos. El objetivo es que las niñas se sientan “seguras y cómodas” creando accesos y entradas más visibles, entre otras actuaciones.

Por su parte, en los patios escolares se está reduciendo la presencia de espacios tradicionalmente destinados a los niños, entre los que citó los campos de fútbol, para incrementar otros “en los que las niñas puedan participar de otra manera”.

El plan incluye también la construcción de nuevas cocinas en los centros, diez por el momento, cubrir los patios (43), e introducir medidas que absorban el ruido en los edificios escolares, en espacios como los comedores y los gimnasios. - Efe