¡Hola! Soy Pedro. Con 15 años reanimé a mi padre, que estaba en parada cardíaca. Esto que ocurrió le podría haber pasado a cualquiera. Por suerte, supe actuar. Aprende RCP”. Ésta es una de las 48 frases de supervivientes, formadores, profesores, policías, bomberos, profesionales sanitarios, técnicos de SOS Navarra, entidades... que se han sumado a colaborar con la campaña de sensibilización que ha puesto en marcha la Fundación El Azucarillo Solidario, CaixaBank, El ABC que Salva Vidas y Cafenasa. Una iniciativa en la que, a través de 600.000 sobres de azúcar, quieren informar a la población sobre la importancia de este problema de salud, frecuente en personas jóvenes, y así mejorar las tasas de supervivencia, ya que, como apuntó Kiko Betelu, jefe del servicio de Urgencias Extrahospitalarias del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, “entre 15 y 20 personas que sufrieron el año pasado esta patología están vivas”, pero hay “otras 20-25 más a las que podíamos aspirar a salvar”.

Hace más de un año, Castilla tuvo que enfrentarse al trance de poner en práctica los conocimientos de reanimación cardiopulmonar que días antes le había transmitido su profesor José Mª Muñoz, que permitieron que su padre sobreviviera a una muerte súbita sin ningún daño cerebral: “Estaba en mi cuarto. De repente, oí a mi madre gritarme que viniese y vi que mi padre estaba sufriendo una parada cardíaca. Lo primero que hice fue coger el teléfono y después fui corriendo a hacer la RCP que casualmente la semana anterior me habían enseñado”. Estuvo nueve minutos haciendo la maniobra, momentos que recuerda como “bastante angustiosos”, hasta que llegó el servicio sanitario. Ahora, con motivo de esta iniciativa, transmite su historia para concienciar a la sociedad: “Me parece algo necesario que se haga esta formación. La RCP es algo que mucha gente debería saber, porque esto que me ha pasado le puede pasar a cualquiera. Dio la casualidad de que yo supe cómo reaccionar y, por suerte, salió todo bien”.

Pero Castilla no estuvo solo apoyando la presentación de este proyecto, que pretende dar a conocer la labor que realiza El ABC que Salva Vidas. Le acompañaba su profesor, quien destacó que pudieron dar la formación porque “ese año nos repartieron una serie de muñecos”. También participaron el policía municipal Daniel Chocarro, que ha salvado a dos vecinos de Barañáin, así como tres supervivientes de una parada cardíaca, que expresaron su apoyo al proyecto de El ABC. Isabelino Lobato, que sufrió una parada el último día de su vida laboral, incidió en que “tenemos que escuchar un poco al cuerpo, que nos va dando avisos antes”. Gerardo Irisarri, quien no cree en la suerte sino “en el trabajo bien hecho de todo el mundo”, reclamó una mejor reorganización de los desfibriladores para conseguir espacios cardioprotegidos y Luis Elizalde dio las gracias “a todos en nombre de todos los supervivientes”, porque “cada vez somos más”.