pamplona - Pablo Azcona Esteras estaba metido en mil ajos. Estudiante de 2º curso de ADE en la Universidad Pública de Navarra, el joven fallecido era un gran aficionado a la pesca deportiva, al frontenis y un excelente pelotari. Pamplonés, de 19 años, estudió en el colegio Maristas y vivía en Pamplona, en el Segundo Ensanche, con sus padres y su hermano Fermín, dos años mayor que él.

La noticia del accidente causó un enorme shock en la localidad de Ibero, en la Cendea de Olza, donde sus padres tenía una casa a la que acudían con asiduidad "Por supuesto que le conocía. Era un chaval muy sociable, que hablaba con todo el mundo cuando venía a fiestas, o de vacaciones", recordaban vecinos. Sus familiares y amigos no podían asimilar lo ocurrido, y conforme se conocía el fatal accidente los whatsapp se propagaron como la pólvora por todos los ámbitos en los que Pablo deja huella.

Aficionado a la pesca deportiva desde pequeño, este joven participó en varios campeonatos a nivel estatal, donde obtuvo logros importantes. También era un excelente palista. En su etapa de juveniles jugó en el CD Larraina y en la actualidad era miembro de Oberena y formaba parte de la selección navarra de paleta argentina, en la modalidad de trinquete. Compañeros y entrenadores se mostraron impactados y muy apenados por la noticia, ya que todos tenían buenas palabras hacia Pablo. "Era un pedazo de pan, siempre alegre, animando a todos, integrando a todos los que venían de nuevas para que se sintieran bien...", recordaba uno de sus entrenadores, quien apuntó que "era el futuro, fue subcampeón de paleta argentina absoluto siendo juvenil tenía muchos boletos para ir al Mundial sub-22". Los deportes se le daban bien. También el frontenis. De hecho, el pasado curso, fue subcampeón del torneo de primavera que organizó la UPNA.

Un palista extrarodinario, un chico alegre y con un montón de amigos que ayer lloraban su partida inesperada. - M. Olazarán