pamplona - El fallecimiento el pasado sábado de dos jóvenes de 21 y 19 años de edad en la carretera N-121-AN-121-A eleva a 31 el número de personas que han perdido la vida en los últimos diez años por accidente de tráfico cuando circulaban por esta vía que, dada su elevada siniestralidad, se confirma como una de las más peligrosas de la Comunidad Foral. La fatalidad de un choque inicial y las colisiones colaterales registradas el sábado al anochecer implicaron a tres turismos, un todoterreno y un tráiler en el primer accidente más grave del año, que se saldó con las vidas de Mikel Manzano Altuna, donostiarra de 21 años y vecino ocasional de Aran-tza, y de su amigo Xabier Taberna Telletxea, natural y vecino de Igan-tzi, de 19 años de edad.

Otras cinco personas resultaron heridas y fueron trasladadas al Complejo Hospitalario de Navarra con lesiones leves, según fuentes de SOS Navarra.

un coche remolcado El accidente se produjo a las 19.53 horas del sábado y ayer la Policía Foral precisó la circunstancias en las que se produjo. Si bien en un principio con la confusión del choque, la nocturnidad y la presencia de un coche sin conductor se creyó que el origen del siniestro estuvo en la colisión del camión con un vehículo, ayer la Policía Foral aclaró el accidente.

Así, el siniestro consistió en una primera colisión frontal excéntrica (frontal ladeada) entre dos vehículos, un BMW que circulaba en sentido Behobia (y portaba otro turismo también BMW en un remolque) y un Mitsubishi (todoterreno) que circulaba en sentido Pamplona. Como consecuencia de esta colisión, el todoterreno se salió de la vía por el margen derecho chocando contra un vallado, mientras que el remolque portacoches del primero se desenganchó perdiendo el coche que portaba, que se desplazó al carril contrario y chocó contra un vehículo articulado (camión). Acto seguido se produjo un raspado negativo (roce) entre un Citröen y el BMW en el que viajaban los dos jóvenes fallecidos con un tercero (copiloto) que resultó herido y fue trasladado al Complejo Hospitalario (CHN).

dos fallecidos y cinco heridos Los fallecidos son el conductor del BMW, Mikel Manzano Altuna, vecino de San Sebastián de 21 años, y el ocupante del asiento trasero, Xabier Taberna Telletxea, vecino de Igan-tzi de 19 años. El copiloto, José Gabriel I.O, vecino de Lesaka de 25 años, resultó herido y trasladado al CHN, como queda dicho.

La Policía Foral añadió ayer que también resultaron heridos el conductor del Mitsubishi, Aritz M.L., vecino de Urroz de 33 años; así como el conductor y los dos ocupantes del Citröen, Pedro Luis L.M., de 53 años, la copiloto María Concepción G.A. de 47 años e Iván L.G. de 16 años, una familia vecina y residente de Doneztebe. Por su parte, el conductor del camión -vehículo articulado-, nacido en Leiria (Portugal) de 42 años y con permiso de conducir de Portugal, resultó ileso.

El Centro de Gestión de Emergencias de Sos Navarra recibió el aviso del suceso a las 19.53 horas del pasado sábado y movilizó a bomberos de los parques de Cordovilla y Trinitarios, que desplazaron dos ambulancias medicalizadas, una autobomba y el vehículo de rescate. También se enviaron tres ambulancias convencionales

El accidente suscitó gran consternación en los municipios por los que atraviesa esta vía, una de las más transitadas de Navarra y cuya siniestralidad, pese a las reformas que ha ido experimentando en los últimos años, sigue siendo excesivamente elevada.

el 9% de accidentes, en la N-121-A Según los datos publicados el pasado diciembre en estas páginas, en los apenas 63 kilómetros que separan los túneles de Ezkaba y el puente de Endarlatsa, en el límite con Gipuzkoa, se han registrado en los últimos diez años un total de 29 muertos, cifra que representa el 8,8% de los 327 contabilizados en accidentes de tráfico en la Comunidad Foral en el mismo periodo, a los que hay que sumar 69 heridos graves y 217 heridos leves.

La estadística vuelve a variar ahora con las dos nuevas víctimas mortales del sábado y las cinco personas heridas. Los anteriores fallecimientos se produjeron hace apenas dos meses cuando el 22 de noviembre murieron dos vecinas de Azpilkueta en un choque frontal ocurrido en el kilómetro 14, en la variante de Ostiz. Con ellas, eran ya tres las personas fallecidas en 2019 en la carretera Pamplona-Behobia.

Desde 2010, sólo ha habido dos años en los que no hubo que lamentar víctimas mortales en la carretera N-121-A: el año 2012, que se cerró con 45 muertos en el conjunto de la Comunidad Foral, y el año 2015, en el que hubo 25 muertos. En el resto de los ejercicios, sí se registraron víctimas mortale en esta vía, con el año 2010 como el peor con 6 fallecidos, seguido de 2014 y 2018 cuando hubo 5 en cada uno. Este año arranca con dos muertes cuando no ha hecho más que empezar.

Un informe del Área de Tráfico y Seguridad Vial de la Policía Foral, que anota 345 accidentes en la N-121-A entre 2017 y 2019, precisa que 63 de ellos se registraron en el tramo de esta carretera N-121-A comprendido entre Ostiz y el túnel de Belate. Se trata de 11,5 km en el que se encuentra la variante de Olagüe, donde el sábado tuvo lugar la fatal colisión múltiple y que, según el estudio de la Policía Foral, sería el tercer tramo más peligroso de la vía. El tramo de 11,3 km, comprendido entre los túneles de Ezkaba y Endériz fue el de mayor siniestralidad, con 94 de los 345 accidentes y los 14,7 kilómetros entre los túneles de Almandotz y Sumbilla, fue el segundo más peligroso con 78 accidentes.

velocidad y camiones El tramo donde se produjo la múltiple colisión este sábado tiene tres carriles y la velocidad limitada a 90 kilómetros por hora. Sin que estas circunstancias puedan atribuirse directamente a este siniestro, la velocidad y la presencia de camiones son los argumentos más esgrimidos por los usuarios de esta carretera a la hora de explicar también su alta siniestralidad.