pamplona - El director general de Justicia del Gobierno de Navarra, Rafael Sainz de Rozas, visitó ayer el Centro Penitenciario de Pamplona, donde mantuvo un encuentro de trabajo con su director, Enrique Soto a quien trasladó el objetivo del Ejecutivo de mejorar la situación de los reclusos en materia sanitaria y presentó planes del Departamento como propiciar encuentros entre personas reclusas por delinquir y sus víctimas.

El encuentro, según indica el Gobierno en una nota, fue para abordar, dentro de un “espíritu profundamente colaborativo”, materias como la atención sanitaria de la población reclusa, la apertura de una delegación de la oficina judicial en el centro penitenciario o la puesta en marcha de diálogos restaurativos.

Las carencias en la atención sanitaria a la población reclusa de Pamplona han sido recientemente noticia, a raíz de las bajas no cubiertas de los facultativos que prestan servicio en el centro penitenciario. Sainz de Rozas se interesó por esta cuestión, y brindó su apoyo para que el centro cuente cuanto antes con el personal necesario para garantizar el derecho a la salud de las personas presas.

Con independencia de esa colaboración, al término de la reunión reafirmó “el compromiso del Gobierno de Navarra en general, y del Departamento de Justicia en particular, por la asunción lo antes posible de las competencias en materia de sanidad penitenciaria”, una vez que hay en Madrid un Gobierno estable y abierto a nuestra solicitud”, destacó.

sanidad y autogobierno El director general de Justicia insistió en que “la inclusión de la población reclusa en los circuitos normalizados de atención sanitaria, es decir, dentro del Servicio Navarro de Salud - Osasunbidea, garantizará una atención de calidad y más cercana”. Sainz de Rozas subrayó que “las personas que se encuentran en un momento determinado en prisión pueden tener limitada su libertad, pero no su derecho a acceder, como el resto de la ciudadanía, a las prestaciones sociales y sanitarias de las que goza el resto de la población”.

“Es una cuestión sanitaria y humanitaria, en primer lugar; y es además una cuestión de autogobierno, porque así lo estableció Navarra en su Amejoramiento no solo en relación con la salud de nuestros presos y presas, sino en todos los aspectos de la vida en prisión. Por eso, y sin perjuicio de seguir trabajando por mejorar sus condiciones de vida, queremos que la transferencia venga acompañada de un modelo penitenciario propio, en cuyo diseño ya estamos trabajando, y que ponga los medios para hacer realidad la reinserción”, dijo.

oficina judicial Respecto al resto de temas, Sainz de Rozas señaló que “hemos ultimado los detalles para implantar una sucursal de la Oficina Judicial en el Centro Penitenciario. Es un compromiso de legislatura que verá la luz muy pronto, y en el que estamos plenamente implicados. Facilitará a las personas presas sus trámites con la Administración de Justicia, y al personal judicial se le van a evitar numerosos viajes para trámites rutinarios, que pueden hacerse de una manera más rápida y eficiente”.

El director general de Justicia destacó “los planes que tiene el departamento de favorecer diálogos restaurativos con la población reclusa de Pamplona”. Esta iniciativa “permitirá a las víctimas que así lo deseen tener encuentros con quienes, al delinquir, atentaron contra sus derechos. El reconocimiento del daño causado resulta en muchos casos sanador para la víctima, y contribuye a la responsabilización y reinserción del victimario,” dijo. - Diario de Noticias