pamplona - El consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, se reunió ayer con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, para trasladarle las conclusiones del estudio de seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa. Se trata del informe que encargó el Ejecutivo foral la pasada legislatura a la empresa Geoconsult España y cuyas conclusiones se presentaron el pasado mes de diciembre. En la reunión, que tuvo lugar en la sede de la CHE en Zaragoza, Remírez trasladó las recomendaciones que recoge el estudio sobre el proyecto de actuaciones de mejora de la CHE para esta infraestructura.

Según el informe, estas acciones de mejora, en términos generales, plantean soluciones válidas, pero considera que son necesarias medidas adicionales para incrementar el margen de seguridad en todo tipo de escenarios. En concreto, propone medidas para mejorar drenaje en el interior de la ladera, estabilizar la zona superior y minimizar movimientos residuales del deslizamiento. También plantea una galería de drenaje que debería estudiarse de nuevo, al menos a nivel de su localización.

Asimismo, el estudio considera oportuno profundizar en el conocimiento que se tiene de la ladera para precisar los parámetros característicos del terreno y acotar la influencia de agua subterránea. Recomienda, además, que se incrementen los mecanismos de seguimiento de la ladera ya existentes para hacerlos automáticos y continuos para reforzar la previsión, seguridad y la capacidad de respuesta. Desde la CHE, señaló el Gobierno foral, trasladaron que el embalse de Yesa es una prioridad y mostraron su disposición a implementar aquellas recomendaciones que se consideren adecuadas o razonables una vez sean estudiadas a través del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

acciones en el eje del ebro En el encuentro se trató también la Estrategia Ebro Resilience, un mecanismo de colaboración entre administraciones para la gestión de acciones en el eje del Ebro, en concreto en el tramo Logroño La Zaida (Zaragoza) para reducir las afecciones ante el riesgo de inundación. En este marco, se apostó por trabajar para conseguir el máximo consenso con municipios y agentes sociales en este tramo que sufre una importante exposición al riesgo de inundación. Ebro Resilience nace de la colaboración entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación Hidrográfica del Ebro y los Gobiernos de Navarra, La Rioja y Aragón y sus claves son la coordinación y los nuevos enfoques, con medidas combinadas y compatibles con un desarrollo sostenible para reducir el efecto negativo de estos episodios.

Asimismo, se valoraron los avances que ha supuesto la implantación de un sistema de alertas de aviso, enmarcado dentro del proyecto europeo Life Nadapta, impulsado por el Gobierno de Navarra, para proteger a la población ante el riesgo de inundaciones y, en la medida de lo posible, evitar o minimizar los daños que se puedan producir.

Esta iniciativa incluye la redacción en Navarra, por parte de Gestión Ambiental, de 17 planes de emergencia ante el riesgo de inundación en municipios, junto a la creación de herramientas informáticas para la gestión de los planes y que ya se han implantado en Estella, Caparroso, Falces y Funes. Por último, se acordó establecer entre ambas instituciones líneas de colaboración para impulsar planes de autoprotección municipales en casos de emergencias.