madrid - El proyecto de ley con el que la ministra de Educación, Isabel Celaá, quiere derogar la Lomce conllevará una revisión de la formación del profesorado, así los nuevos docentes tendrán un año de prácticas tuteladas antes de incorporarse a su profesión.

En su primera comparecencia en esta legislatura en la Comisión de Educación del Congreso, Celaá desgranó sus prioridades educativas, que fueron criticadas por el PP, Ciudadanos, Vox y UPN, los cuales lamentaron que haya problemas para estudiar en castellano en algunas comunidades y existan casos de adoctrinamiento, mientras que el PSOE, Unidas Podemos y los partidos nacionalistas aplaudieron, a la vez que urgieron, la derogación de la Lomce.

La reforma de la profesión docente es un tema candente desde hace unos años, y Celaá defendió ahora una fase de incorporación progresiva “a una profesión compleja, que, como sucede en el caso de los médicos y los jueces, tiene que realizarse con exquisito rigor y cuidado”.

Sin referirse al llamado “mir docente” por diversos partidos, la ministra anunció la puesta en marcha de un año de prácticas, aunque no se dijo si serán remuneradas.

Explicó que en el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de la nueva ley, que espera que sea la primera en tramitar por el Ejecutivo, habrá una propuesta normativa que regule la formación, el acceso a la profesión y el desarrollo de la carrera docente.

En la actualidad, para enseñar en secundaria y bachillerato, tanto en centros públicos como en privados, es requisito imprescindible tener un grado y luego hacer un máster, en el que hay prácticas.

Pero para infantil y primaria solo hace falta estudiar el grado de Magisterio y, en el caso de optar a los centros públicos, se requiere aprobar una oposición que conlleva una fase práctica y un mínimo de tres meses (no más de un curso escolar) de prácticas bajo la tutoría de profesores experimentados que regulan las comunidades autónomas.

Con la Lomloe, ley orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación Loe de 2006, también se actualizará el marco de la formación continua y la evaluación del desempeño docente.

Respecto al currículo, Celaá destacó que se creará un Instituto de Desarrollo Curricular, que, en cooperación con las comunidades autónomas, contribuya a la actualización permanente de los currículos y que sean menos memorísticos.