PAMPLONA - El Gobierno de Navarra mantiene sus planes de convertir la carretera N-121-A en una vía de 2+1 carriles, por que considera que es "la mejor de las soluciones posibles" a una vía que acumula 32 muertos desde 2010, mientras que otras propuestas como convertirla en una autovía "a día de hoy son técnicamente más complicadas", manifestó ayer el consejero portavoz del Ejecutivo, Javier Remírez El propio Ministerio de Transportes mostró el martes su respaldo al departamento de Cohesión Territorial en el proyecto durante una reunión en Madrid en la que participó el consejero Bernardo Ciriza.

Frente a la reivindicación de los alcaldes de desviar el tráfico internacional por la A-15 y de los camioneros de hacer una autovía, "la voluntad" del Ejecutivo es, según Remírez, avanzar en la solución 2+1, de la que subrayó que "no es fruto de la improvisación sino de un estudio detallado de 2014 que fue ratificado en 2017 con una serie de acciones concretas que este Gobierno hace suyas". "Es una solución adecuada, una solución viable y la mejor de las soluciones posibles", dijo, y recordó que la misma va acompañada de "toda una serie de acciones que también se están implementando para mejorar la seguridad" de esta carretera, entre ellas la limitación de las zonas de adelantamiento y un mayor control de la velocidad.

Unos trabajos que aseguró que se llevan a cabo con criterios de "rigor técnico, racionalidad y eficacia", aunque el Gobierno "se hace cargo de la situación" que tienen los vecinos de la N-121-A y es "tremendamente sensible" a la pérdida de vidas humanas, pero las decisiones tomadas, subrayó, "no son por capricho sino la más adecuadas" ya que otras, como "son más que complicadas".

El consejero manifestó que desde el Gobierno de Navarra "somos tremendamente sensibles a esa situación", sobre todo para los habitantes de la zona, y aseguró que el Ejecutivo foral "está trabajando en esta materia con seriedad y con rigor, poniendo encima de la mesa aquellas decisiones que son las más adecuadas para el entorno". Al respecto, afirmó que "otras decisiones que se han puesto encima de la mesa, como la autovía, a día de hoy son técnicamente más complicadas".

RESPETO A LAS MOVILIZACIONES Acerca de la protesta convocada mañana por alcaldes de las zonas afectadas en la que se prevé cortar la vía, Remírez señaló que "respetamos este ejercicio de libertad de expresión" si bien precisó que "también tenemos que asegurarnos de la seguridad de los usuarios de la vía a la hora de emprender cualquier acción".

Tanto el Ministerio de Transportes como el departamento de Cohesión Territorial, reunidos el martes en Madrid, coincidieron en que la vía 2+1 "destaca por su buena relación coste-eficacia, en comparación con otras posibles opciones", ya que "el coste de la construcción de una autovía rondaría los mil millones de euros y la conversión total de la N-121-A en una vía 2+2, superaría los 800 millones".