Cada cuatro años el calendario suma un día más a sus tradicionales 365 días, y lo hace en el mes de febrero, que pasa a tener 29. Es lo que se conoce como año bisiesto, el cual permite recuperar el desajuste natural que se produce cada año en la Tierra, ya que esta tarda en realidad 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos en dar una vuelta completa alrededor del Sol. Así, cada cuatro años se acumulan 24 horas que es necesario añadir para evitar alterar el orden de las estaciones.

El origen de los años bisiestos se remonta a la época del emperador Julio César, quien, con la ayuda del astrónomo Sosígenes, introdujo una reforma en el calendario romano para ajustar las casi seis horas extra que tienen lugar al año. Así, desde el 46 aC, cada cuatro años se añadió un día más entre el 23 y 24 de febrero. De ahí el nombre bisiesto, que proviene de la expresión del latín bis sextus dies ante calendas martii, que significa segundo día sexto antes de las calendas (primer día del mes) de marzo.

A pesar de esa modificación, en 1582 el papa Gregorio XIII promulgó el calendario gregoriano, que es el que se utiliza actualmente y que añade el día extra al final de febrero. Además, para que no se volviera a producir un desajuste, se creó una excepción para determinar qué año es bisiesto y cuál no, de manera que no quiere decir que un año sea bisiesto aunque hayan pasado cuatro años. Se considera que lo es si el año es divisible entre 4, a excepción de que sea divisible entre 100, al menos que sea divisible entre 400, que también es bisiesto.

Creencias y desastres Además de un día más en el calendario, los años bisiestos traen consigo una serie de mitos y leyendas que lo colocan como un año que da mala suerte. A pesar de que para muchas personas esto son meras supersticiones y consideran que los años bisiestos son especiales, lo cierto es que la tradición, la historia e incluso el refranero popular, con frases como Año bisiesto, año siniestro, no los dejan en buen lugar.

Casualidad o no, los años bisiestos han dado lugar a varias catástrofes como el hundimiento del Titanic (1912), el inicio de la Guerra Civil Española (1936), la apertura del campo de exterminio de Auschwitz (1940) o el comienzo de la guerra entre Irak e Irán (1980), además de la muerte de personalidades como Mahatma Gandhi (1948), Robert F. Kennedy y Martin Luther King (1968) y John Lennon (1980).

cumplir un 29 de febrero No es muy habitual encontrar a una persona que haya nacido el 29 de febrero, y es que, según la Sociedad Honoraria de los Nacidos en Día Bisiesto, la probabilidad de nacer este día es de 1 entre 1.461 bebés. En el mundo, unas cinco millones de personas, conocidas como leapers, van a soplar las velas hoy después de cuatro años sin poder hacerlo el día real de su cumpleaños.

Una de ellas es Leticia Molano Martín, que cumple nueve años bisiestos o, lo que es lo mismo, 36. "Para mí cumplir este día es algo bonito. Tienes algo diferente a los demás que te hace especial", asegura la navarra, que hoy celebra también el bautizo de su hijo Ekai.

Molano reconoce que han pasado cosas malas en años bisiestos, pero opina que "también pasan el resto de años". En lo personal, afirma que siempre le traen "algo bueno y bonito", sobre todo en los dos últimos, en los que ha podido disfrutar de su cumpleaños con sus hijos recién nacidos. "Ha coincidido que he dado a luz en 2015 y 2019, justo los años anteriores a los bisiestos", apunta.

Por contra, lamenta que en sitios oficiales o en internet no den la opción de poner como fecha de nacimiento el 29 de febrero. "En sanidad hasta hace poco no registraban ese día, y tuve que ir al centro de salud a cambiar la fecha en la tarjeta sanitaria. El 29 tiene que existir porque los que nacimos ese día estamos ahí", señala.

A las personas bisiestas se les considera las eternas jóvenes, y Molano se siente así, "pero no porque cumpla los años el día 29, porque al final el tiempo pasa igual para todos. No me pongo a calcular cuántos años bisiestos tengo, pero cumplo nueve años y tengo dos hijos", comenta riendo.

blanco fácil para bromistas Haber nacido este día trae consigo alguna que otra broma que Leire Valencia Alfaro se toma con humor. "Me dicen que soy la pequeña aún siendo más mayor, que no puedo entrar en los bares porque aún no tengo la edad y en los años en los que no hay 29 de febrero mis amigos me felicitan siempre con la canción Feliz no cumpleaños de Alicia en el país de las maravillas", señala esta tafallesa, que hoy cumple 24 años y tan solo seis si hace las cuentas en años bisiestos.

Pero a la navarra no le preocupa que su día aparezca en el calendario únicamente cada cuatro años. "De esta manera puedo poner la excusa de que no envejezco y de que sigo y voy a seguir siendo joven", bromea Valencia, quien admite que "es verdad que, al no haber 29 de febrero todos los años, a veces siento como que no cumplo años o como si ese año no fuese mi cumpleaños y fuera inventado, pero, por otra parte, me parece algo curioso, diferente y especial. Pocas personas pueden decir que cumplen este día, y eso me hace sentir una persona con suerte", admite.

curiosidades

También cumplen años. Entre las personalidades que celebran su cumpleaños hoy se encuentra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Papa Pablo III, el ciclista Rubén Plaza, el cantante estadounidense Ja Rule y el actor Dennis Farina.

Único caso en el mundo. Los únicos trillizos bisiestos del mundo son los valencianos Olivia, Sofía y Gonzalo.

Club Mundial de los Bisiestos. Se trata de la mayor agrupación de personas nacidas el 29 de febrero, fundada en 1996 por José Manuel Ubarrechena, un conocido hostelero de San Sebastián. La iniciativa figura en el Libro Guinness de los Récords.

Los Juegos Olímpicos. Todos los años bisiestos coinciden con los Juegos Olímpicos de verano: los últimos fueron en 2016 en Río de Janeiro y este año, 2020, se celebrarán en Tokio.

En la cultura popular. Los griegos evitaban casarse los años bisiestos, y especialmente el 29 de febrero, porque pensaban que les traería mala suerte en el futuro de su matrimonio, y los romanos hasta cerraban los templos en los febreros bisiestos por si Júpiter montaba en cólera. Por otra parte, mientras que en Escocia se consideraba de mal augurio nacer el 29 de febrero, en Irlanda se premiaba a los bebés nacidos este día con cien euros. Asimismo, en la antigüedad se creía que las personas nacidas en años bisiestos podían desarrollar poderes sobrenaturales, y en el Reino Unido los bisiestos eran los años en los que las que las mujeres podían proponer matrimonio a los hombres, una tradición que se le atribuye al santo irlandés San Patricio.