Desde el centro de Sangüesa hasta los pueblos de la Montaña, como Ezcároz y Garralda pasando por el prepirineo, la Merindad fue ayer una imagen de participación vestida de lila como respuesta a las convocatorias de celebración del 8-M desde las Áreas de Asuntos Sociales de los Ayuntamientos y desde los diversos colectivos feministas. Voces unidas en un sentimiento común de empoderamiento femenino se dejaron oír acorde con el movimiento notable de los últimos años. Lemas como: “Soy la generación Igualdad: ¡Por los derechos de las Mujeres!” (Sangüesa) gritos de Gora Borroka Feminista! performances y un mosaico humano, así como reivindicación de la igualdad también en el deporte (Aoiz y Lumbier) y columnas feministas de pueblo a pueblo (Roncal, Salazar y el resto del Pirineo en Garralda, formaron parte ayer del paisaje rural comprometido con la lucha de las mujeres.