- El coronavirus supone una amenaza sanitaria, pero también económica y su impacto será especialmente notable en la hostelería, uno de los motores económicos de España con 315.000 establecimientos y cerca de 1,7 millones de empleos.

Así se desprende de los últimos datos disponibles, presentados el pasado mes de diciembre por la patronal Hostelería de España y que apuntan a un peso en el PIB nacional del 6,2% con más de 123.600 millones de euros.

El sector ya da por hecho que la caída de actividad va a provocar cierres y expedientes temporales de regulación de empleo, por lo que reclama ayudas para no perder tejido productivo.

Por categorías dentro del sector -estrechamente vinculado además a la actividad turística-, los bares y restaurantes lideran la estadística con cerca de 280.000 locales y 1,3 millones de trabajadores, frente a los 35.000 alojamientos turísticos (hoteles, apartamentos, etc.) y sus 409.000 empleados.

Algunas comunidades autónomas ya han decretado el cierre de bares y restaurantes, como es el caso de Madrid, con más de 31.000 establecimientos y 208.000 contratos, aunque no se descarta que la medida se extienda a otras regiones.

Desde la patronal han recordado que el de la hostelería es un negocio con altas tasas de concentración geográfica: el 70% de la actividad se reparte entre Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.

La crisis del coronavirus puede afectar a alrededor de 350.000 empleos en el sector turístico y de viajes, que a cierre de 2019 contaba con algo más de 2,7 millones de puestos de trabajo y representa algo mas del 14 % del PIB español.

Se trata de una proyección de las cifras que maneja el Consejo Mundial de Turismo y Viajes (WTTC por sus siglas en inglés), que prevé que el sector perderá en torno a 50 millones de empleos en todo el mundo, entre el 12 y el 14% de los puestos de trabajo de la industria turística y de viajes en su conjunto.

Así, el empleo del sector del turismo y viajes podría caer entre 320.000 y 375.000 personas en España como consecuencia del fuerte descenso de la actividad tras el cierre de establecimientos y la suspensión de vuelos procedentes de Europa en más de una cincuentena de países, que provocarán una oleada de expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) como los que ya han anunciado algunas compañías aéreas.